Apenas llegado a suelo senegalés en la noche del miércoles al jueves, el abogado francés Juan Branco obligó a marcharse tan seco. “No admitido en Senegal”, indicaron las autoridades aeroportuarias de Dakar sobre la ficha del abogado retenido por la aduana, cuando acudió a defender al opositor político Ousmane Sonko en el marco de un juicio previsto para el mismo día.
“Siete agentes me estaban esperando cuando bajé del avión”, cuenta el abogado de 32 años, conocido por sus acrobacias. “Se llevaron mi laptop y todos mis aparatos electrónicos. No pude acceder durante varias horas. Me era imposible comunicarme con mi familia, dar noticias a los que me esperaban”, le dijo a Le Figaro.
Juan Branco, dice nuevamente, habría sido puesto bajo custodia policial durante casi dos horas. “Traté de calmar las cosas. Me dijeron, en primer grado: ¡tómalo como un tributo, es una prueba de tu importancia!”. Finalmente, lo enviaron de regreso a un vuelo de Royal Air Maroc a Casablanca, esperando en la zona de transferencia antes de abordarlo nuevamente para París. Solo en el aeropuerto de Orly habría recuperado sus papeles, a través de la policía de fronteras.
En una nota de prensa de este jueves, el Gobierno senegalés ha querido “aclarar” esta expulsión. Las autoridades explican que no apreciaron que el abogado, autor de un panfleto anti-Emmanuel Macron vendido 250.000 ejemplares en 2019, califique de “tirano” al presidente senegalés Macky Sall en las redes sociales dos días antes de su llegada. En la misma publicación de Facebook y Twitter lo acusan de haber lanzado un “llamado a la insurrección” en Senegal. Comportamiento “inaceptable por parte de un ciudadano extranjero”, estima el Ministerio del Interior.
El abogado no ocultó su furia. “Solo eso. No olvide decir Su Excelencia la próxima vez”, tuiteó.
El franco-español, puesto al frente del escenario durante la crisis de los “chalecos amarillos” y luego el asunto Griveaux, había sido reclutado diez días antes para la defensa de Ousmane Sonko, en este juicio bajo alta tensión política en Senegal. De 48 años, este opositor del presidente senegalés Macky Sall tuvo que responder a una acusación por difamación contra el ministro de Turismo, que le acusó de una declaración sobre su gestión de los fondos públicos. Detrás de este juicio, el tema era sobre todo su candidatura presidencial declarada, prevista para dentro de un año.
La audiencia del jueves dio lugar a incidentes procesales y acalorados intercambios entre las partes, hasta que los abogados del acusado abandonaron la sala. Sin embargo, la sentencia condicional de dos meses de prisión dictada contra el opositor conserva su elegibilidad para las elecciones presidenciales de 2024. Una sentencia que podría aliviar las fuertes tensiones que atraviesan el país desde hace varias semanas.