La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzó por primera vez el lunes un llamamiento para obtener financiación, por valor de 7.900 millones de dólares, para hacer frente a los desafíos cada vez mayores del desplazamiento de población. «La migración irregular y forzada ha alcanzado niveles sin precedentes y los desafíos que enfrentamos son cada vez más complejos», subrayó la jefa de la OIM, Amy Pope, para justificar esta solicitud de fondos para 2024 en un contexto de difícil situación financiera para todas las organizaciones humanitarias, que enfrentan la multiplicidad de graves crisis humanitarias.

«No hay duda de que la migración, cuando se gestiona bien, contribuye en gran medida a la prosperidad y el progreso globales», dice la Sra. Pope, aunque en muchos países suele verse como una amenaza y está en el centro de las confrontaciones políticas. fechas límite electorales importantes, en Europa y Estados Unidos, por ejemplo. “Estamos en un momento crítico y hemos diseñado este llamamiento para ayudar a cumplir esa promesa. Podemos y debemos hacerlo mejor”, insiste la Sra. Pope, la primera mujer en dirigir la organización, desde octubre de 2023. La financiación total permitiría a la OIM atender a casi 140 millones de personas, incluidos los desplazados internos dentro de su país y las comunidades locales. que les acogen, subraya un comunicado de prensa de la OIM.

“Es importante destacar que también ampliaría el trabajo de desarrollo de la OIM, lo que ayudaría a prevenir mayores desplazamientos”, añade el documento. Este es uno de los ámbitos estratégicos de intervención del director general, que también quiere movilizar al sector privado, que en los países occidentales a menudo no encuentra mano de obra y depende de los inmigrantes. El llamamiento de la OIM tiene varios componentes, entre ellos 3.400 millones de dólares “para salvar vidas y proteger a las personas en movimiento”. La Organización estima que se necesitan 2.700 millones de dólares para “trabajar en soluciones al desplazamiento, incluida la reducción de los riesgos y los impactos del cambio climático” y 1.600 millones de dólares para facilitar las rutas migratorias regulares.

Finalmente, la institución quiere dedicar 163 millones de dólares para trabajos destinados a transformar la OIM “para brindar servicios de una manera mejor y más eficiente”. La OIM promete centrarse en iniciativas y programas centrados en fortalecer la adaptación climática, proteger los derechos humanos, las necesidades del mercado laboral y apoyar a los gobiernos en su gestión migratoria.

El Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM muestra que al menos 60.000 personas han muerto o desaparecido durante los últimos nueve años durante su viaje. Para la OIM, la “asistencia fragmentada y con fondos insuficientes” tiene un costo mayor no sólo en términos de dinero, sino también en peligro para los migrantes que se encuentran a merced de los traficantes y otros contrabandistas. “Invertir en financiación de calidad, consistente y flexible agilizará y optimizará la respuesta de la OIM a las crisis de desplazamiento”, sostiene la OIM.

Al igual que muchas otras ONG y agencias de la ONU, la OIM aboga por recursos que permitan abordar los problemas a lo largo del tiempo en lugar de hacerlo en una emergencia, lo que cuesta más. “La migración es una piedra angular del desarrollo y la prosperidad global”, insiste la organización, que calcula que los 281 millones de migrantes internacionales generan el 9,4% del PIB mundial. “Una migración bien gestionada tiene el potencial de promover resultados de desarrollo, contribuir a la adaptación al cambio climático y promover un futuro más seguro, más pacífico, sostenible, próspero y equitativo”, insiste la OIM.