Ya no podemos detener el progreso. El 25 de diciembre el programa más visto en Netflix fue… Una Chimenea. En la pantalla, los leños brillan de color rojo, las llamas se arremolinan: es la magia de la Navidad. Lo suficiente como para quedarte pegado al televisor durante un día entero pensando en la belleza del mundo.
Sin embargo, había algo más para ver en Netflix, pero es un poco más corrosivo: Armageddon, el nuevo programa de Ricky Gervais. El título da miedo, pero el contenido es divertidísimo. Desde el principio, Gervais explica que decidió despertarse. Y antifascista. De esa manera, los periodistas ya no le preguntarán si gaseó a judíos. Despertarse es, dice, un poco como ir a una escuela y ya no tener que demostrar que no eres un pedófilo.
Gervais está exultante, se lo pasa genial, explica que tiene 40 radiadores y 20 aparatos de aire acondicionado en casa, que lo pone todo a tope para alcanzar una temperatura ambiente de 19°, la que prefiere su gato. Luego nos recuerda que, como es bien sabido, todos los blancos son racistas. Sugiere que sólo hay dos sexos y que las mujeres no tienen pene: si lo tienen, pueden utilizar los baños de hombres en los lugares públicos.
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Hay un pasaje para llorar en una web especializada en el maltrato a perros en el cine. Algunos internautas se preguntan si por casualidad estas bestias serían brutalizadas en La lista de Schindler. Elon Musk lo toma por su rango, y Greta Thunberg también. Al final, Gervais nos recuerda que debemos “reírnos del mal para vencerlo”. Al lado, Gaspard Proust, está Fernand Raynaud.