“¡Me encanta esta habilidad que tienen ustedes, los franceses, de aplaudir espontáneamente al ritmo!” A estas alturas de la ceremonia, Monia Chokri aún no sabe que le estarán reservados muchos otros aplausos rítmicos. Los pocos días que habrá durado el festival de cine romántico de Cabourg terminan, el sábado 17 de junio, en el hall del gran hotel, donde Marcel Proust tenía sus hábitos. Al final de una ceremonia que consagró las películas románticas estrenadas en los cines el año pasado y las que vendrán -algunas de las cuales ya se han presentado en el Festival de Cine de Cannes-, el director canadiense se alzó con el Gran Premio del Jurado y el galardón otorgado por la joven jurado.

El jurado de la competición oficial, presidido por Katell Quillévéré, alabó una selección rica en historias de “parejas que se juntan y se separan”. La directora también se mostró entusiasmada con “todos los personajes femeninos poderosos”, que había visto en los largometrajes presentados. El corazón del jurado finalmente vaciló por Simple comme Sylvain, el tercer largometraje de Monia Chokri.

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En esta comedia llena de autoburla, la directora escenifica un romance entre Sophia, una profesora de filosofía, y Sylvain, un empresario encargado de reformar el chalet que acaba de comprar con su pareja. Tantos arquetipos, los del burgués en busca de emociones y el del hombre inculto pero muy guapo, a quien Monia Chokri, cuarentona, interroga con humor burlesco. La película, que ya había conquistado a la crítica cuando se presentó en la categoría Una cierta mirada en Cannes, también contó con el ascenso del joven jurado, compuesto íntegramente por estudiantes de secundaria. Se estrenará en cines el 8 de noviembre.

Además del jurado, el festival otorgó un premio del público -tras una votación en cada estreno- al Teorema de Marguerite. En esta película, la directora Anna Novion escenifica un romance en un contexto matemático. Otros Swann -nombre de los premios otorgados a Cabourg- han sido otorgados a largometrajes ya estrenados el año pasado en Francia. La directora Rebecca Zlotowski se alzó así con el premio a la mejor dirección por Los hijos de los otros, mientras que Louis Garrel y Noémie Merlant fueron premiados respectivamente como mejor actor y actriz por su papel en El inocente.

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El jurado también otorgó un premio a los jóvenes actores. Fue Nadia Tereszkiewicz, ya coronada mejor esperanza femenina en la ceremonia de los César, quien fue premiada por su papel de Stella, en Les Amandiers de Valeria Bruni-Tedeschi. Entre los hombres, fue Raphaël Quenard, cuya actuación en Chien de la casse de Jean-Baptiste Durand había impresionado, quien recibió un premio. El mismo largometraje fue coronado como mejor ópera prima por el jurado.

El festival también otorgó el Swann d’or a la mejor película a Bleu du caftan de Maryam Touzani. A principios del fin de semana, fue el actor Jean Reno quien fue recompensado por toda su carrera.