Casimir ha traído alegría a varias generaciones de niños. Si quieres complacerlo a él, reemplaza el tradicional tronco de Navidad por su postre favorito, ¡Gloubi Boulga! No hay nada más sencillo de preparar: basta con seguir la receta que detalla el mismísimo pequeño dinosaurio naranja en una secuencia de La Isla de los Niños que Madelen te invita a descubrir, o redescubrir.

Christophe Izard, el productor del programa, fallecido el año pasado, sonreía imaginando que lo que algunos calificaban de “loco” era una expresión inscrita en el diccionario Robert y una fórmula utilizada por los políticos para evocar el programa de sus adversarios. No lo había imaginado cuando inventó este plato, inspirado en un recuerdo de cuando tenía 8 años. Como su padre era buscado por los alemanes, lo habían internado en Borgoña, en una casa donde una cocinera rusa calmaba su hambre preparando un plato a base de huevos, azúcar, plátano machacado y mermelada, al que llamó le “gogle mogle”.

No imaginaba, entonces, que la receta de su éxito sería la de Children’s Island, cuando propuso esta idea a los dirigentes de FR3. Unas semanas antes le encargaron la producción de la adaptación de Barrio Sésamo, una serie estadounidense dirigida a jóvenes que mezcla educación y diversión. Rápidamente se da cuenta de que tiene que resolver un problema de cuadrícula: cada episodio dura 13 minutos, le faltan 7 para llenar la casilla que le han entregado.

Así nació en su mente la idea de un programa corto. Lo imagina como un “paréntesis de dulzura y alegría que no es un reflejo de la vida sino que tranquiliza a los niños”. Añade en su proyecto bocetos del personaje principal realizados por el titiritero Yves Brunier. Originalmente se barajaron tres posibilidades: un loro, un canguro y un dinosaurio. La elección de este último la hicieron los potenciales espectadores típicos, la hija de Christophe Izard y uno de sus amigos de la escuela. Durante una reunión final, tras elegir un color naranja, se decidió que el pequeño dinosaurio se llamaría Casimir.

Se firma un contrato por una docena de episodios. Al final se filmarán 1.230 espectáculos. El entusiasmo de los niños es inmediato. Aman a Casimir porque, como ellos, está lleno de vida y porque nunca pierde la oportunidad de hacer una estupidez. La elección de los intérpretes también tiene mucho que ver en el éxito de la serie. Patrick Bricard, que interpreta a François el vendedor de globos, fue elegido porque la dulzura de su rostro lo convierte en el hermano mayor ideal.

El día después de su victoria en Eurovisión con El pájaro y el niño, Marie Myriam mostró otra faceta de su talento interpretando a la amable Marie Chanson que interpreta a Casimir mi amigo y Una isla inventada. Estos coros, así como el tema musical de Children’s Island, compuesto por Roger Pouly, hicieron que el recreo en las escuelas primarias alcanzara su apogeo. Al día siguiente de la emisión de los primeros episodios, los profesores tenían dudas sobre lo que consideraban una forma de enseñar la fealdad a los niños. Terminaron cambiando de opinión sin llegar a estudiar Children’s Island en clase. Casimir permaneció presente exclusivamente en otros programas, los de los canales de televisión.