Los fans de Hayao Miyazaki ya no lo creían. El viaje de Shuna (Shuna no Tabi), obra publicada hace cuarenta años en Japón, se publicó finalmente el 1 de noviembre en Francia, en un formato ampliado y en colores fieles a las acuarelas originales. A medio camino entre el cuento ilustrado y el manga, este álbum de 160 páginas no se publicó fuera de Japón antes de 2022. Un golpe maestro para su editorial francesa Sarbacane. Con 75.000 ejemplares impresos, se trata de la mayor tirada de la editorial, que este año celebra su vigésimo aniversario. “Para nosotros es totalmente inusual”, asegura el director general y director de BD, Frédéric Lavabre.

Para Sarbacane, todo empieza en octubre de 2022 en la Feria del Libro de Frankfurt, la mayor del mundo en el ámbito editorial. “Vimos la versión americana de Shuna difundida en las redes”, recuerda Frédéric Lavabre. Me alertó mi editor Max de Radiguès, que se ocupa de la juventud y del cómic. Era un libro que todo el mundo conocía un poco, pero que era una especie de arlesiano desde que salió en 1983”.

¿Por qué El viaje de Shuna permaneció inédito fuera de Japón durante casi cuatro décadas? Misterio… Lo cierto es que Alex Dudok de Wit desbloqueó la situación con Ghibli, el estudio de producción de las películas de Miyazaki, cuyo holding Tokuma Shoten publica los libros del artista. Hijo del director holandés Michael Dudok de Wit (La tortuga roja), este británico francófono escribió una obra sobre La tumba de las luciérnagas de Isao Takahata (en Akileos) y luego entró en contacto con Ghibli. En 2020, Alex Dudok de Wit descubrió Shuna no Tabi y fue uno de sus favoritos: “Le pregunté a Ghibli por qué este libro nunca se había publicado en el extranjero y –lo dije casi en broma–, si podía ser el traductor, recuerda. Hice la pregunta un poco ingenuamente, diciéndome que estaba muerto, pero terminaron diciendo que sí”. Su nombre aparece ahora en la portada americana como traductor.

Al descubrir la traducción americana, Frédéric Lavabre se sintió “sinceramente atraído” y, por tanto, intentó obtener los derechos para Francia. Se trata de elaborar un expediente “completamente a ciegas”, con la complicidad del agente Sylvain Coissard, que ya había permitido a First Second publicar el libro en Estados Unidos (más de 100.000 ejemplares vendidos y un prestigioso premio Eisner).

En Francia, “una buena docena” de editoriales prueban suerte con el titular de los derechos japonés. “Ghibli había sido bastante firme en el hecho de que no querían que una editorial de manga publicara el libro”, explica el agente. No querían que el libro saliera en medio de un catálogo de cientos de títulos, que a priori excluían a Glénat [editor de Nausicaä de Miyazaki, nota del editor], Pika y otros, cuyas muy buenas ofertas fueron rechazadas. »

“Lo que destacamos en nuestra presentación fueron los vínculos entre el universo de Miyazaki y nuestras propias preocupaciones: la dimensión ecológica, las luchas sociales, el sentido de la belleza… También citamos algunos ejemplos de libros que publicamos, por ejemplo Moi j’attends de Serge Bloch, traducido al Japón”, dice Frédéric Lavabre. El director de Sarbacane quiso anticiparse a las expectativas del autor. “Si bien Miyazaki ya no espera nada en términos de reconocimiento, ¿qué podría hacerle elegir tal o cual casa? Tenía que tener sentido para él, así que no puse demasiado énfasis en la dimensión financiera y traté de no alardear, de no prometerle la luna… Tenía que ser sincero al tiempo que demostraba que éramos capaces de difundir. bien: teníamos una dimensión sólida y tranquilizadora por parte del grupo [tras la adquisición por parte de Madrigall en 2020, N.D.] y una independencia editorial con valores.

Después de tres semanas, surgió un trío de finalistas. Cada editor debe revisar su texto, sin beneficiarse de las instrucciones de Ghibli (eso sería demasiado simple). El jefe de Sarbacane aumenta su oferta económica y decide hablar más del libro que de Miyazaki. Un amigo franco-japonés le aconseja que limite las “diatribas un tanto feroces”. Hay que “encontrar energía, ganas, pero tampoco demasiadas”, afirma Frédéric Lavabre.

En enero de 2023, Sarbacane supo que había sido elegida. Posteriormente, Sylvain Coissard recibió una breve explicación de los japoneses. “Tenemos la impresión de que Sarbacane es gente que se parece a nosotros, gente independiente de espíritu, alejada de las carreteras, nos sentimos mejor con ellos que con un grupo grande”.

Negociadas después de Francia, curiosamente aparecieron con antelación otras traducciones extranjeras: la alemana en septiembre, la italiana y la española durante octubre. Coincidiendo con el calendario, Le Voyage de Shuna se publicó en francés el 1 de noviembre, día del estreno del duodécimo largometraje de Hayao Miyazaki, El niño y la garza. ¿Una mano amiga del destino? “Me di cuenta de la expectación que había, los libreros están completamente locos”, afirma Frédéric Lavabre. Al principio era un poco como un juego, pero hoy hay una forma de responsabilidad. Miyazaki, ¡todos lo conocen y todos lo aman!