Su muerte fue una onda de choque para los franceses. En 2020, en plena ola de Covid, la canción francesa perdió a uno de sus grandes embajadores: Christophe. El 16 de abril de 2020, Daniel Bevilacqua encontró sus “Paraísos perdidos” a la edad de 74 años. En 1990, Thierry Ardisson recibió al cantautor en “Gafas negras para noches blancas”. Una secuencia, disponible en el canal INA Arditube, donde este noctámbulo repasa su carrera.
Todo empezó cuando tenía 15 años en la Costa Azul. “Yo estaba jugando “La casa del sol naciente” en ese momento. Lo hice en discotecas y pizzerías, no se sabía. Lo escuché en Radio Caroline y dije que era yo quien lo había compuesto para lucirse. Un año después, se estrenó en Francia”, explica el hombre que conocería un éxito increíble en 1965 con “Aline”. Le seguirá “Los títeres”, otro éxito. Luego cruzando el desierto. “Todos los agujeros negros me han servido. Los provoco. Lo necesito”, explica el hombre que admite haberse arruinado en 1968. Grandeza y decadencia de un cantante.
Todo cambió en 1973 cuando nació la colaboración con Jean-Michel Jarre. “Odiaba los hits. Quería tocar blues, admite. Lo que me sacudió fue Hooker. Nunca tuve odio hacia mí mismo. Fumaba un poco mucho, cuando después de un año y medio no se me ocurría una idea, lo dejé”. Surgieron “Les Mots bleus”, “Minuit boulevard”, “Les Paradis perdus”, “Un peu liar” y tantos otros… Su imagen cambió. A los intelectuales les encanta. «Soy un escritor. La gente me tomará por idiota o por barcaza, pero yo lo digo: “Puedo escribir cosas, cuidado”.
Un extracto para descubrir aquí: