La decisión se tomó a mediados de la semana pasada y era necesario obtener el consentimiento de todos los socioprofesionales, desde los restauradores hasta las empresas de alquiler de material, pasando por supuesto los remontes: Val Thorens recibirá por fin a sus primeros esquiadores de la temporada este Sábado 18 de noviembre. La media docena de remontes permanecerán abiertos hasta la “Inauguración” del 25 de noviembre, que dará inicio a la temporada a lo grande. El vecino saboyano, Tignes, sigue el mismo ritmo.
Sobre el papel, las condiciones parecen casi perfectas para esta apertura ligeramente anticipada. La nieve está presente en estas zonas de altísima altitud, reconocidas mundialmente, y cuyas cotas alcanzan más de 3000 m. Tanto en Valtho como en Tignes, después del buen tiempo, queda un colchón de unos cincuenta centímetros de espesor acumulado de casi 1,30 m de caídas acumuladas en las últimas semanas. «On sent une grande impatience des amoureux du ski et de la montagne de rechausser les spatules», s’enthousiasme Vincent Lalanne, directeur de l’office de tourisme de la station des 3-Vallées, qui affirme recevoir «200 à 300 appels chaque día”. “En cuanto cae la primera nevada, la gente se conecta a las webcams y nos llama”, afirma Frédéric Porte, director de Tignes Développement, gerente de la estación.
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De hecho, como se anticipó en octubre, existe un gran interés por los deportes de invierno. “Hasta la fecha, en todos los macizos y durante toda la temporada, nos encontramos de media con un índice de ocupación del 2,5% respecto al año pasado en el mismo período”, calcula Jean-Luc Boch, alcalde de La Plagne y presidente de la Asociación nacional de Estación de Montaña Mayores (ANMSM), que gestiona el observatorio de referencia del sector.
Se trata, por tanto, de ofrecer el esquí este fin de semana a los miles de aficionados, principalmente de la región de Ródano-Alpes, que se benefician de tarifas diarias únicas y económicas: 10 euros en Tignes, 20 euros en Val Thorens. En el menú, más de 1000 m de desnivel para descender en los dos puntos. “Evidentemente, también se trata de una operación de comunicación”, afirma Vincent Lalanne. Seguimos ante un ataque permanente al esquí así que sí, ofrecer la cara agradable de nuestras estaciones de nieve y a los esquiadores que están allí por deporte y ocio es una buena señal de cara a la temporada. Para Frédéric Porte, se trata también de “mantener una buena dinámica de reservas”, todavía superior a la media en las estaciones de gran altitud.
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Con un tiempo también templado (el sol debería estar ahí), los dos gigantes de Tarentaise actúan así como cabeza de góndola de todo un sector que espera que las polémicas pasen a un segundo plano. “El nivel de reservas es bueno, pero debemos ser prudentes, ya que existen muchas incertidumbres económicas o geopolíticas para los franceses, que son la principal clientela en sus montañas, y para la clientela extranjera, en particular los de las cercanías”, insiste Jean-Luc Boch. A estas alturas, las montañas en invierno siguen siendo un sueño.
En vídeo – No habrá más esquí en La Sambuy