Vivendi propuso el lunes ampliar en 18 meses el plazo obtenido por algunos accionistas de Lagardère para vender sus acciones en el marco de la oferta pública de compra destinada a hacerse con el grupo, según un comunicado. Actualmente fijado para el 15 de diciembre, el plazo para la transferencia de derechos se ampliaría hasta el 15 de junio de 2025.

La propuesta, que el gigante mediático francés justifica por la necesidad de esperar al final de un ejercicio completo en el que habrá podido implementar su proyecto estratégico, será “presentada a una asamblea general de los beneficiarios de los derechos de transferencia convocada para 11 de diciembre de 2023”, y requerirá una mayoría de dos tercios de votos para ser aprobado.

En un comunicado de prensa aparte, el grupo Lagardère “tomó nota” de esta propuesta. El grupo de Vincent Bolloré, que ya posee casi el 60% de las acciones de Lagardère, está a punto de cerrar la adquisición de su rival, propietario de la tercera editorial mundial, Hachette Livre, de una red de distribución en estaciones de tren y aeropuertos, y de los medios de comunicación nacionales, incluido JDD. , Paris Match y radio general Europa 1.

Vivendi se vio obligado, para obtener la aprobación de las autoridades europeas de competencia, a vender su propio grupo editorial Editis a Daniel Kretinsky y la revista Gala a Figaro. Los accionistas que no quisieran transferir inmediatamente sus acciones a la opa, lanzada en 2022 sin esperar el acuerdo de Bruselas, podrían presentarlas en la rama denominada “subsidiaria” de la operación. Esto les permitió obtener un derecho de transmisión a un precio de 24,1 euros por acción. Este es el caso de 31 millones de acciones, indicó Vivendi al final de la oferta, o aproximadamente el 22% del capital de Lagardère.

Arnaud Lagardère, director general del grupo que lleva su nombre y propietario del 11% de las acciones de la empresa, anunció que no aportaría sus acciones a la oferta principal, pero dijo que estaba dispuesto a participar en la oferta filial. Lo mismo ocurrió con una parte del capital de Bernard Arnault, el jefe de LVMH.

Vivendi entró en el capital de Lagardère en la primavera de 2020, luego debilitado por la crisis del Covid-19 y amenazado por una revuelta de accionistas. Vivendi pudo entonces unir fuerzas con el fondo activista Amber Capital para obtener la transformación de la inexpugnable ciudadela de Lagardère en una sociedad anónima ordinaria y, sobre todo, susceptible de ser objeto de una oferta pública de adquisición. Las acciones de Lagardère cerraron ligeramente al alza el lunes en la Bolsa de París, a 19,16 euros.