Una pequeña caja para colocar en la solapa de tu jersey o chaqueta. A priori, nada revolucionario, pero sus creadores presentan la insignia con forma de gadget de “Star Trek” como la sucesora del teléfono inteligente. Una apuesta audaz para Humane, la start-up que los diseña.
Después de cinco años de misterio en torno a su producto final, la firma comercializará este “AI Pin” en el mercado americano a partir del 16 de noviembre. Basado en inteligencia artificial, el pin AI puede escribir mensajes, encontrar información específica en un buzón o responder cualquier pregunta, gracias a la integración de ChatGPT en su sistema. Como producto de “voz primero”, está orientado principalmente al control por voz. Sin embargo, debes presionar un pequeño botón antes de hablar con él, y un LED se enciende cuando la cámara o el micrófono están activos. Algunas funciones se controlan mediante un mini proyector láser que muestra información en la palma de la mano, pero el AI Pin no tiene la funcionalidad necesaria para mostrar aplicaciones clásicas de teléfonos inteligentes.
Precio de salida: 699 dólares, o 643 euros aproximadamente, y una suscripción mensual de 24 dólares para pagar además. Un producto que pretende ser innovador. Y con razón, sus dos cabezas pensantes no son otros que ex empleados de Apple.
Humane fue creado en 2018 por Bethany Bongiorno, exdirectora de sistemas operativos de iOS y MacOS, e Imran Chaudhri, ingeniero y diseñador de iPhone, iPod, iPad y Apple Watch. Los dos, ahora casados, pasaron más de 20 años trabajando para la marca Apple antes de dejar sus respectivos puestos. Se conocieron en 2008 en Apple y trabajaron juntos hasta su marcha en 2016. Unos años más tarde nació el proyecto Humane.
Y estos no son los únicos cabezudos salidos de la compañía de Cupertino. La start-up también cuenta entre su plantilla con Patrick Gates, exdirector de ingeniería de iCloud, FaceTime y la interfaz de Mensajes, o Rubén Caballero, vicepresidente de ingeniería. José Benítez Cong, un veterano ejecutivo de Apple que se consideraba retirado, se unió a Humane después de sentirse “disgustado por lo que el iPhone había hecho a la sociedad”, y señaló que su hijo podía imitar un movimiento de “deslizar el dedo” a la edad de un año. Al hablar de su nuevo trabajo, le dijo al New York Times que “podría ayudarle a superar su culpa por trabajar en el iPhone”.
Un viaje que encaja con la ambición de los creadores del AI PIN, que desean reducir la dependencia de las pantallas en la vida diaria. Sus equipos quieren crear “tecnología más humana”, podemos leer en su sitio. Pero la empresa no espera que el PIN AI sustituya completamente a los smartphones, como reconoce a la revista estadounidense Wired. Los propios fundadores no están completamente ajenos a sus dispositivos. “¿Estamos usando menos nuestros teléfonos? Los utilizamos de diferentes maneras”, argumentó Imran Chaudhri durante la manifestación concedida al New York Times.
Otros grandes nombres de Silicon Valley han dejado sus prestigiosos puestos para unirse a la start-up. Ahora incluye alumnos de Google, Netflix, GoPro y Pixar. El pasado mes de marzo, Humane anunció una tercera recaudación de fondos de 100 millones de dólares… En total, recaudó 240 millones de dólares, de Microsoft, Qualcomm, Volvo, LG y del fundador de OpenAI, empresa matriz de ChatGPT, Sam Altman (15% del capital). , se encuentran entre los principales inversores. Incluso antes de presentar su producto, su valoración se estimaba en 850 millones de dólares.
Hasta ahora, el PIN AI ha sido probado sólo por unos pocos periodistas del New York Times y del sitio especializado TechCrunch. El 9 de noviembre, la firma también publicó un vídeo demostrativo de X para presentar su producto al público en general. Debajo de la publicación, los internautas notaron información incorrecta proporcionada por la IA. De hecho, la insignia presentaba incorrectamente la ubicación de visualización de un eclipse anterior, en lugar de responder a la pregunta sobre un eclipse próximo. El otro error se refería a su cámara, capaz de analizar imágenes para, por ejemplo, calcular el consumo de calorías. En el vídeo, el fundador le pide a su placa que calcule la cantidad de proteínas en el puñado de almendras que tiene en la mano. Error, la placa le da respuesta para media taza de almendras, una cantidad completamente diferente.
“El vídeo de lanzamiento tuvo dos problemas y los estamos abordando de frente. Es importante tener en cuenta que este vídeo se creó con una versión preliminar del software. Desde entonces hemos resuelto estos problemas”. explicó Sam Sheffer, administrador de redes sociales, en el servidor Discord de la startup. También garantiza que cualquier problema de este tipo se resuelva antes de que los clientes reciban sus dispositivos. “Nuestra arquitectura Ai está en constante evolución y publicaremos periódicamente actualizaciones en vivo para mejorar la experiencia del cliente”, detalló a los curiosos presentes en la plataforma.