A finales de agosto se abrió una investigación sobre sospechas de reventa ilícita de entradas para la Copa del Mundo de Rugby 2023, cuyo partido inaugural tendrá lugar el viernes por la noche en Seine-Saint-Denis, informó el viernes la fiscalía de París, solicitada por la AFP. Se contactó a la Brigada de Represión de la Delincuencia Económica (BRDE), dijo el fiscal. Estas investigaciones siguen a una denuncia presentada el 17 de agosto en París por el comité organizador del Mundial de Rugby 2023, que acusa a un individuo de haber «montado un sistema estructurado» de reventa ilícita de entradas, según la denuncia consultada por la AFP.

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El grupo de interés público (GIP) Francia 2023 comercializa todas las entradas que dan acceso a los 48 partidos del Mundial, que comienza el viernes por la noche y se prolongará hasta el 28 de octubre. Pero el 20 de julio, el servicio de venta de billetes GIP advirtió que una persona estaba comprando 150 asientos “con diferentes tarjetas de crédito”, relata la denuncia. El GIP le acusa de haber «puesto en marcha un sistema estructurado» (en particular mediante un cuadro resumen de fechas, precios unitarios, pago por transferencia o Paypal, etc.) para revender las entradas con un margen importante: una plaza a 170 euros se ofrece así para reventa por “1.000 euros”.

En una sentencia civil dictada el 6 de julio en otro caso de reventa de entradas para el Mundial de 2023, el tribunal de París recordó que el monopolio GIP tenía como objetivo “la protección contra el aumento del coste de las entradas resultante de su reventa” y “la seguridad del evento mediante el control de la identidad de los espectadores”.