El campeón del teletrabajo por su parte cede a la llamada del cara a cara. La plataforma de video en línea Zoom, muy utilizada por los empleados que trabajan desde casa, llamó recientemente a sus propios empleados a regresar más a las instalaciones, dice la prensa anglosajona, incluida Business Insider. La compañía, que ha experimentado un crecimiento meteórico durante la pandemia de Covid-19, ahora aboga por un «enfoque híbrido» organizado, según la BBC.

Zoom hace un llamado a sus empleados que viven a menos de 80 kilómetros de una oficina para que regresen a las oficinas al menos dos días a la semana. Una forma de mejorar la productividad y la eficiencia, sin dejar de utilizar «[sus] propias tecnologías […] para que [sus] empleados y equipos dispersos permanezcan conectados y trabajen de manera eficiente», argumenta la dirección, citada por el medio británico. El grupo, que se benefició del confinamiento en años anteriores, sufre ahora la vuelta de los empleados a la oficina en todo el mundo. Así, tuvo que despedir al 15% de su plantilla el pasado mes de febrero durante un masivo plan social que afectó a unos 1.300 empleados. “La incertidumbre económica mundial y sus efectos en nuestros clientes” llevó a Zoom a “recalibrarse para que podamos enfrentar el entorno económico”, justificó entonces el gerente general, Eric Yuan.

Tres años después del inicio de la pandemia, encontrar el equilibrio adecuado entre el teletrabajo y el trabajo presencial sigue siendo difícil, tanto para los empleadores como para los empleados. La plataforma es, pues, víctima de una gran tendencia que pretende eliminar, al menos parcialmente, el teletrabajo. En los últimos meses, muchas empresas han hecho un llamado a sus empleados para que regresen a la oficina, creyendo que el cara a cara es más eficiente y productivo. Google, Meta, Twitter, Apple… Los ejemplos son legión, en Estados Unidos, incluso entre los gigantes tecnológicos. Zoom es, por lo tanto, solo el último ejemplo, pero quizás también uno de los más icónicos.