Nuevo encuentro entre ejecutivo, patronal y sindicatos. La primera ministra Élisabeth Borne invitó a los interlocutores sociales a Matignon a través de una carta enviada este jueves por la mañana, supo Le Figaro de varias fuentes, confirmando información de BFMTV. La reunión tendrá lugar el miércoles 12 de julio, a las 10 horas, a pocos días del feriado nacional. Unos días, también, antes de que se cumpla el plazo fijado por Emmanuel Macron para los “cien días” destinados a relanzar el quinquenio tras la crisis de las pensiones.

No se ha fijado una agenda por adelantado, por lo que cada organización podrá venir con sus propios temas a esta reunión multilateral. Objetivo: hacer un balance de los temas de la “agenda social” a trabajar en las próximas semanas. Las cinco organizaciones sindicales representativas -la CGT, la CFDT, FO, la CGC y la CFTC- fueron invitadas, así como tres organizaciones empresariales: la Medef, la CPME y la U2P.

Esta nueva reunión había sido solicitada desde hace varias semanas por la intersindical, recuerda Force Ouvrière, confirmando que había recibido una invitación del jefe de la mayoría. “Se había pedido más de una vez”, en el momento en que la protesta en la calle llegaba a su clímax, subrayamos. La central acudirá a la reunión, sin embargo sin decidir por las demás organizaciones. “Pero no debería haber problema” para que todos agarren su mano extendida, agrega este representante. Medef también debería responder.

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Para el gobierno, este encuentro será una oportunidad para renovar el diálogo con los interlocutores sociales, quemados por la crisis social que llevó a varios millones de franceses a las calles a partir de enero. Los últimos intercambios oficiales datan de mediados de mayo, habiéndose dejado a las organizaciones un tiempo de “apaciguamiento” para que construyan juntas una “agenda social”. Si recientemente llegaron a un acuerdo, esta vez también lo lamentaron los sindicatos: invitada en BFMTV, a finales de junio, la nueva jefa de la CFDT, Marylise Léon, se sorprendió así de no haber recibido ningún mensaje de Emmanuel Macron desde su llegada al frente de la central reformista. “Sin sonido, sin imagen, cero contacto desde que asumí al frente de la CFDT”, lamentó, mientras las relaciones entre el jefe de Estado y Laurent Berger eran gélidas.

Los sindicatos deberían aprovechar una vez más esta oportunidad para reiterar su oposición a la reforma de las pensiones. Habría que poner sobre la mesa otros temas, como el empleo en general o los salarios. Temas que las organizaciones desean aglutinar: “La intersindical que hemos construido desde julio de 2022 es una fortaleza. […] Esta fuerza podrá movilizarse en los próximos meses para reivindicar el progreso social y hacer frente a las políticas de regresión social a nivel nacional”, indicaron las centrales en su última nota de prensa conjunta, a mediados de junio. Y para advertir: «No damos vuelta la página» en materia de pensiones.