“Salgo de un comerciante de chimeneas y me entero de una buena noticia: el Ministerio de Ecología está considerando hacer que una casa equipada con una chimenea no sea asegurable, a partir del 1 de enero de 2025”. El indignado mensaje, publicado por un residente de Var en X (antes Twitter) el martes 2 de enero, ha sido visto más de 220.000 veces. Fue la comercial de la tienda, donde había ido a recoger un recambio para su chimenea, quien le aseguró que tenía esta información a través de su red profesional, explica a Le Figaro. “¡Me parecía seria!”, asegura.

Sin embargo, el Ministerio de Transición Ecológica es categórico: “nunca se ha planteado hacer no asegurable una casa equipada con chimenea”. Lo mismo ocurre con France Assureurs, la federación de aseguradores, que dice no tener “ningún conocimiento de este proyecto”. Actualmente, la única obligación impuesta a los propietarios de estas chimeneas es un deshollinamiento anual realizado por un profesional, para limitar el riesgo de incendio.

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Las chimeneas abiertas, más contaminantes que otros métodos de calefacción de leña y con una importante pérdida de energía (85% según Ademe), están sin embargo, a nivel local, en el punto de mira de las autoridades. En la metrópoli de Lyon, su uso está completamente prohibido desde abril, por decreto de la prefectura. En París, están prohibidos si constituyen la calefacción principal de la vivienda, pero siguen autorizados como calefacción adicional.

Medidas adoptadas especialmente en las ciudades, donde es necesario regular la contaminación generada por la calefacción de leña (62% de las emisiones anuales de partículas finas PM2,5 en Francia según Ademe).