Hacia más energía nuclear en Europa: la decisión está tomada. Así lo demuestran los hechos ocurridos este martes en Bruselas. La ministra francesa para la Transición Energética, Agnès Pannier-Runacher, y la viceprimera ministra y ministra sueca de Energía, Empresa e Industria firmaron una declaración de intenciones destinada a reforzar la cooperación entre sus dos países en materia de energía nuclear. Se discuten varios puntos, como la promoción de un «marco regulatorio, industrial y financiero favorable a la realización de proyectos de instalaciones nucleares» para «reforzar la soberanía y la seguridad energética de Europa». Los dos países también pretenden incrementar los «intercambios de experiencias y buenas prácticas en materia de participación pública» o «modelos de financiación para la construcción de nuevos reactores». Mientras Francia pretende construir 6 nuevos reactores nucleares EPR 2, o incluso 14, Suecia pretende adquirir dos nuevos reactores en 2035 y diez en 2045.
Francia, bajo el liderazgo de su Ministro de Transición Energética, ha tomado la iniciativa en el movimiento europeo que destaca el papel que la energía nuclear puede desempeñar en la descarbonización de la combinación energética. Uno de los objetivos de los catorce países unidos en la Alianza Nuclear es promover la neutralidad tecnológica. Independientemente del medio de producción implementado (eólico, solar, hidráulico o nuclear), lo importante es que sean bajos en carbono. Estos países también están tratando de desarrollar otra herramienta para medir a Europa. Actualmente, los esfuerzos realizados en el ámbito de la transición energética se miden por la proporción de energías renovables en el mix energético general. Francia y sus socios abogan por otro modelo que tenga en cuenta la proporción de energías libres de carbono. En otras palabras: que incluiría la energía nuclear. Un punto crucial, ya que los europeos se comprometen a descarbonizar su sistema eléctrico para 2035.
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La Alianza también pretende promover un componente industrial, con una mayor cooperación entre países en el campo de los pequeños reactores modulares (SMR). En cierto modo, Francia ya ha iniciado esta cooperación internacional con el apoyo financiero concedido por Francia 2030 a Newcleo, una start-up fundada por investigadores italianos, con sede en Londres y que debería construir su prototipo en Francia.