Un discurso muy esperado. Tras reunirse este lunes, por segunda vez, con el Consejo de Planificación Ecológica creado tras su reelección, Emmanuel Macron esbozó las grandes líneas de la “planificación ecológica”. Una hoja de ruta muchas veces pospuesta, cuyo objetivo declarado es lograr una reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. Esto es lo que hay que recordar de los anuncios del Presidente de la República.
“Este plan forma parte de un balance”, declaró primero el presidente, defendiendo su trayectoria en materia ecológica, citando la lucha contra la artificialización de la tierra, el fortalecimiento de la política de soberanía ecológica, el desarrollo de una estrategia clara en materia de transporte aéreo. , el relanzamiento de pequeñas líneas ferroviarias y trenes nocturnos o incluso el relanzamiento del proyecto de regeneración de la red ferroviaria.
En cuanto a la reducción de las emisiones de CO2, “hemos recorrido la mitad del camino desde los años 1990”, repitió Emmanuel Macron, después de haber hecho las mismas declaraciones el domingo por la noche en TF1 y France 2. El objetivo de alcanzar una reducción del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2030 respecto a 1990 es “alcanzable”, según el inquilino del Elíseo, subrayando que esto “supone ir 2,5 veces más rápido en los próximos años”.
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Esta es la palabra clave del Jefe de Estado, después de más de “catorce meses de trabajo y consultas”, particularmente en el marco de los Consejos Nacionales de Refundación (CNR). Desde el Elíseo, Emmanuel Macron insistió en su compromiso de “construir una ecología a la francesa”, que según él requiere una respuesta a un “triple desafío”: el cambio climático, el colapso de la biodiversidad y lo que llamó “el fin de la abundancia”. y escasez de recursos.”
Esta “ecología a la francesa” se basa “en algunos principios simples”, explicó el jefe de Estado. Se trata, en particular, de “una ecología basada en la ciencia”. “No es ni una ecología de negación ni de cura”, aclaró el presidente. “Es una ecología soberana”, añadió también, ya que la descarbonización “ayudará a reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles, energías que no producimos”.
Ya lo había anunciado el domingo por la noche en el plató de TF1 y France 2. Desde el Elíseo, Emmanuel Macron vuelve a hacer de la salida del carbón una “prioridad” para 2027 con el cierre de las dos últimas centrales eléctricas del país. El Jefe de Estado anunció que, “bajo este mandato”, Francia “se alejará completamente del carbón para la producción de nuestra electricidad”. Francia estará entonces “por delante” de la fecha de 2030 fijada por el IPCC, celebró.
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Desde hace un año, el gobierno tiene la “ambición de desarrollar los RER metropolitanos”, recordó Emmanuel Macron. “Es un proyecto industrial que representará un total de 10.000 millones de euros”, afirmó. Desde el inicio de las negociaciones se han seleccionado 13 proyectos que serán financiados con 700 millones de euros de las arcas estatales, anunció el Jefe de Estado. Los primeros contratos con las regiones deberían firmarse en otoño, afirmó.
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La planificación ecológica debe permitir a Francia y Europa ganar en “competitividad”, insistió el presidente. Para ello, recordó la recientemente aprobada ley de “Industria Verde”. Este “punto clave” es fundamental para “hacer frente a China y Estados Unidos”, defendió Emmanuel Macron.
En el centro de la competitividad, el Presidente de la República insistió en “retomar el control de los precios de la electricidad”. “Podremos anunciar los precios de la electricidad en octubre, lo que nos sitúa en una situación favorable y competitiva a nivel europeo. Vamos a recuperar el control de los precios de la electricidad a nivel francés y europeo”, insistió.
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Ya había expuesto su ambición el domingo por la tarde durante su entrevista televisiva. Emmanuel Macron ha prometido que en Francia se producirán al menos “un millón de coches eléctricos”. Para ello, el presidente apuesta por la apertura de “cuatro grandes fábricas de baterías eléctricas” desde Dunkerque hasta Douai, lo que permitirá “aumentar las inversiones” y, sobre todo, reducir la dependencia de los países exportadores.
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Emmanuel Macron, partidario de “una ecología accesible y justa”, detalló el calendario del “leasing social” de un coche eléctrico. “A partir de noviembre revelaremos el sistema de arrendamiento a 100 euros para los modelos de vehículos eléctricos”, anunció, precisando que sólo afectará a “unas pocas decenas de miles de modelos en 2024”.
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En materia de vivienda, el Presidente de la República recordó su decisión de no prohibir las calderas de gas como se había comprometido inicialmente. “Decidimos seguir una política de incentivos”, dijo. Es decir, invertir en el desarrollo del sector de las bombas de calor en Francia, triplicando la producción de bombas de calor y formando a 30.000 instaladores. Estos objetivos fijados por Emmanuel Macron deben promover “una ecología que cree valor económico”, insistió.
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Al final de su discurso, Emmanuel Macron llamó a “todas las fuerzas políticas a construir la mayor armonía posible”. Según el presidente, “algunas personas a veces se apresuran a condenar la energía nuclear”. “Todos los científicos nos dicen que no existe ninguna estrategia sin energía nuclear”, insistió el Jefe de Estado. También vilipendió a quienes se oponen al “impuesto fronterizo al carbono” y les pidió que “acepten su solución”.
Desde hace un año, el Ejecutivo lanzó un gran plan para “descarbonizar los 50 centros industriales más emisores” que debería firmarse en octubre, recordó el Jefe de Estado. Un primer paso, antes de una extensión “a nuestras pequeñas y medianas empresas”, prometió.
Esta descarbonización pasa por el hidrógeno verde, como recordó Emmanuel Macron. “Para facilitar la salida de los combustibles fósiles, debemos desarrollar masivamente el hidrógeno”, afirmó, prestando atención a los “depósitos naturales de hidrógeno”. El gobierno firmó recientemente un decreto que asigna 4 mil millones de euros al sector.
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En el aspecto agrícola, Emmanuel Macron planteó la cuestión del glifosato. El jefe de Estado afirmó que Francia iba a “reducir en un 30%” su dependencia de este controvertido herbicida, después de que la Comisión Europea propusiera renovar su autorización en la UE por diez años.
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