Nueva Delhi (India)

Había cientos de ellos haciendo cola el martes por la mañana frente a la primera Apple Store del país. Una larga fila se extendía frente al edificio con ventanas de catedral, en el distrito BKC de Bombay. El director general, Tim Cook, había acudido en persona para conocer a los primeros clientes y marcar una nueva etapa en la historia de su empresa. A esta primera tienda le seguirá una segunda, que abrirá sus puertas el jueves en el distrito de Saket, al sur de Nueva Delhi.

Las razones del apetito de Apple por India no han cambiado desde que Tim Cook visitó India por primera vez como director ejecutivo en mayo de 2016: encontrar una fuente de crecimiento para detener la caída de las ventas de iPhone en todo el mundo. La facturación de la marca Cupertino en India aumentó casi un 50% durante el año fiscal 2022-2023 (que se extiende de abril a marzo) para alcanzar los 6 mil millones de dólares. Mientras tanto, sus ingresos globales cayeron un 5% interanual en el último trimestre de 2022.

A primera vista, India no parece ser el mercado más fácil de conquistar para Apple y su equipo caro. Sus productos están disponibles allí a través del sitio web de la marca desde 2020 y el consumidor suele ser sensible al precio. En volumen, Apple se contenta con una cuota de mercado del 4 %, muy por detrás de Samsung, Xiaomi y Vivo, que juntos capturaron el 55 % del mercado el año pasado, según Counterpoint Research. Pero en valor, la firma californiana posee el 18%, justo por detrás del líder Samsung. Gracias al iPhone 13, Apple es número uno en el segmento de los smartphones premium vendidos por más de 30.000 rupias (unos 350 euros). Como resultado, el grupo estadounidense está aprovechando al máximo la nueva tendencia en India, donde las ventas de teléfonos de gama baja se están agotando. “La cuota de mercado premium ha crecido en 2022 hasta alcanzar el 11%, algo inaudito”, observa Counterpoint Research en una nota publicada a finales de enero. Apple aumentó las promociones agresivas y las ofertas de crédito durante la festividad hindú de Diwali hace seis meses, lo que hizo que el iPhone 13 y 14 fueran un poco más baratos.

La apertura de tiendas en Bombay y Nueva Delhi es el último paso de un tortuoso camino. Apple ha estado buscando Apple Stores en el país durante más de siete años, mientras que en China abrió su primera tienda en 2008. La empresa primero quería importar iPhones de segunda mano a la India, restaurarlos y luego revenderlos a precios asequibles. Negativa categórica del gobierno indio que temía ver al país derrumbarse bajo los desechos electrónicos. Sobre todo, Nueva Delhi quería promover el surgimiento de una industria de ensamblaje de teléfonos inteligentes para crear empleos e impulsar las exportaciones. Por lo tanto, Apple convenció a sus socios taiwaneses, con los que ya trabaja en China, para fabricar sus teléfonos en India.

Wistron comenzó a ensamblar modelos de iPhone más antiguos en Bangalore en 2017, y Foxconn expandió su sitio cerca de Chennai dos años después. En 2022-2023, India exportó unos $10 mil millones en teléfonos inteligentes, aproximadamente la mitad de los cuales eran iPhones. Y en septiembre pasado, Apple anunció que el último iPhone 14 se ensamblaría en India, por primera vez. A cambio, el gobierno de Narendra Modi desembolsó millones de euros en subvenciones. El poder central aprobó en particular en diciembre la liberación de unos 40 millones para Foxconn.

Finalmente, Apple tuvo que encontrar socios locales para producir ciertas partes en el sitio. Con resultados no siempre felices. En febrero, el Financial Times reveló que la mitad de las fundas para iPhone fabricadas por el grupo indio Tata y destinadas a Foxconn estaban defectuosas.