Ariane ya no tendrá el monopolio de los lanzadores espaciales pesados ​​en Europa. Esta es la consecuencia del acuerdo alcanzado el lunes por los ministros de Espacio de los Estados miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA) reunidos en Sevilla. Cincuenta años después del lanzamiento de Ariane, Europa ha decidido jugar plenamente la carta de la competencia, tras abrirse al segmento de los minilanzadores en 2021.

Reticente durante mucho tiempo, Francia, el principal contribuyente a los programas Ariane, aceptó este nuevo paradigma exigido por Alemania e Italia. «Este es un importante punto de inflexión en la historia espacial europea», afirmó el ministro de Economía, Bruno Le Maire. Para obtener precios más competitivos y más innovación, estamos pasando de una lógica estatal a una lógica de competencia”. Francia tiene la intención de ganarlo. “Nos estamos preparando desde hace dos años, con 1.500 millones destinados a este fin, provenientes de empresas emergentes que desarrollan minilanzadores, como Latitude, Dark, Opus y Maia Space (filial de ArianeGroup)”, añade Bruno Le. Mairé. Pequeños cohetes que pretenden volverse más potentes.

El fin del monopolio de Ariane parece ser el contrapartida para obtener un nuevo apoyo público para el funcionamiento de Ariane 6 y una garantía de 4 lanzamientos institucionales al año. La ESA ha acordado conceder una subvención pública de entre 290 y 340 millones de euros anuales para que el Ariane 6 no pierda dinero en el mercado comercial. Esta ayuda pública entrará en vigor a partir de 2026 y se aplicará a partir del vuelo 16 y hasta el 42 del Ariane 6. Las primeras misiones se beneficiarán de 140 millones de ayudas públicas al año, en el marco de un acuerdo alcanzado en 2021. La ESA adopta El mecanismo de la NASA, que se compromete a pagar de más (entre 150 y 200 millones de dólares) por cada vuelo comprado a SpaceX, permitirá a esta última vender sus servicios de lanzamiento por 50 millones de dólares a sus clientes comerciales. A cambio, los fabricantes aceptaron bajar sus precios un 11% de media y someterse a auditorías para reevaluar periódicamente el importe de la subvención.