Se trata de un castigo que le cuesta caro a Carlsberg. El gigante cervecero danés registró un agujero de 5.470 millones de euros (40.700 millones de coronas) en 2023 debido a la adquisición por parte de Moscú de su filial rusa Baltika el pasado mes de julio. Como muchas empresas, la cervecera decidió rápidamente retirarse del país tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.

Luego, en junio de 2023, anunció que había encontrado un comprador para hacerse cargo de su filial justo antes de que el Kremlin se hiciera con ella repentinamente en virtud de un decreto firmado personalmente por Vladimir Putin (la filial rusa de Danone había corrido la misma suerte). . Jacob Aarup-Andersen, director general de la cervecería danesa, consideró entonces “innegable que (los rusos) robaron nuestras actividades en Rusia”.

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Ya en 2022, Carlsberg había sufrido una pérdida neta, mucho menor, de 140 millones de euros (1.060 millones de coronas) debido a la depreciación vinculada a Rusia. Las fuertes pérdidas sufridas en 2023 no impiden que la cervecera registre un aumento de su facturación del 4,7%, hasta 9,87 mil millones de euros (73,585 mil millones de coronas). “Hemos registrado resultados sólidos, obtenidos a pesar de un entorno difícil en términos de consumo, importantes presiones inflacionarias y vientos en contra sobre las divisas”, señaló Jacob Aarup-Andersen. Un resultado posible gracias al aumento de los precios, ya que el año pasado los volúmenes vendidos cayeron ligeramente (-0,5%).