Esta es una primera señal para los fabricantes chinos de paneles solares, pero también un mensaje de esperanza para sus homólogos europeos. Dos grupos chinos sospechosos de haber recibido ayudas estatales que distorsionaban la competencia se retiraron de una licitación en Rumanía. El concurso se refiere a la construcción de un parque solar financiado parcialmente con fondos europeos. Sin embargo, la nueva normativa obliga a las empresas a notificar a Bruselas su participación en licitaciones públicas de la Unión Europea cuyo valor estimado supere los 250 millones de euros, si se han beneficiado de al menos 4 millones de euros de subvenciones financieras extranjeras en los tres años anteriores.

Longi, el principal fabricante mundial de células fotovoltaicas, y el grupo estatal Shanghai Electric, bajo la estrecha supervisión de Beijing, formaban parte de dos consorcios separados, candidatos para diseñar, construir y operar un parque fotovoltaico de 110 MW (megavatios) en Rumania. «Estamos invirtiendo mucho en la instalación de paneles solares para reducir nuestras emisiones de carbono y nuestras facturas de energía, pero esto no debe hacerse a expensas de nuestra seguridad energética, nuestra competitividad industrial y nuestros empleos europeos», afirmó el europeo Thierry Breton. Comisario de Mercado Interior. Europa quiere adquirir 600.000 MW de capacidad solar adicional para 2030.