Drama en el transporte aéreo en los Países Bajos. El gobierno holandés, que había decidido pasar de 500.000 vuelos al año a 450.000 vuelos en el aeropuerto de Ámsterdam de aquí a 2024, ha suspendido este proyecto. Si dio marcha atrás es porque la Comisión Europea se pronunció en contra de este plan. En una carta enviada el lunes, Bruselas expresó «serias preocupaciones» por esta medida y pidió a los Países Bajos que adopten «urgentemente (…) todas las medidas posibles para garantizar el respeto del derecho europeo». «Tuve que hacer una nueva evaluación», dijo el Ministro de Infraestructura holandés, Mark Harbers, en una carta al Parlamento.
La posición de Estados Unidos sobre este tema también influyó en este cambio. «A los ojos de Estados Unidos, la reducción de capacidad sería injusta, discriminatoria y anticompetitiva para las aerolíneas», según Mark Harbers. ¿El riesgo? Que los aeropuertos americanos limiten el número de franjas horarias (aterrizaje y despegue) para las empresas holandesas.
Se trata sobre todo de KLM, filial de Air France KLM, que habría visto deteriorarse su actividad si la reducción de vuelos en Schiphol hubiera entrado en vigor. La aerolínea debería haber cancelado los vuelos de media distancia con llegada a Ámsterdam. Y sus vuelos de larga distancia habrían estado menos llenos porque habría perdido a todos los pasajeros traídos por sus vuelos de media distancia. Pero el enfrentamiento sobre la reducción de movimientos en Schiphol no ha terminado. El ejecutivo holandés esperará a que “el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el procedimiento de casación” para decidir definitivamente el tema. Esta decisión no se espera antes del segundo trimestre de 2024.