El crimen había conmovido y horrorizado a toda Francia. El 14 de octubre de 2022, el cuerpo sin vida de la pequeña Lola, de 12 años, fue encontrado en un baúl de plástico, abandonado en las zonas comunes de la residencia del distrito 19 de París donde la niña rubia vivía con sus padres.
Una mujer argelina que ahora tiene 25 años, Dahbia Benkired, fue arrestada y luego acusada. Se sospecha que violó, torturó y mató a la pequeña en el apartamento de su hermana, que vivía en el mismo edificio que los padres de Lola. El acusado se encontraba en situación irregular y sujeto a la obligación de abandonar el territorio francés (OQTF). Un año después del hecho, ¿dónde estamos?
La investigación, confiada a la brigada penal bajo la dirección de dos jueces de instrucción, aún está en curso. Acusada de “asesinato y violación con actos de tortura y barbarie contra una menor de 15 años”, Dahbia Benkired se encuentra en prisión preventiva desde octubre de 2022. Fue trasladada a finales de febrero desde la prisión de Fresnes (Val-de -Francia).Marne) a una unidad de pacientes difíciles (UMD) de un hospital psiquiátrico de Villejuif (Val-de-Marne). Ella todavía está allí hoy.
Mientras estaba detenida, Dahbia Benkired se golpeaba la cabeza contra las paredes, se afeitaba parcialmente y, en ocasiones, se mostraba agresiva con los guardias de la prisión. Este comportamiento problemático, que representaba una amenaza para ella y para los demás, la llevó a ser trasladada a psiquiatría. “Esta hospitalización forzada no cambia nada en su situación. No fue declarada no apta para ser detenida”, precisa una fuente judicial.
El estado psiquiátrico del sospechoso está en el centro de la investigación. Según un primer peritaje, la sospechosa no padece “ningún trastorno psicológico o neuropsíquico que haya abolido o alterado su discernimiento”. La doctora precisa que los hechos que se le imputan están “verdaderamente relacionados con un grave y complejo trastorno de su personalidad” y que presenta cierta “peligrosidad” así como una “ausencia de empatía y de culpa”.
En los casos penales más graves, cuando se plantea la cuestión de la abolición o alteración del discernimiento, los jueces de instrucción pueden ordenar dos o incluso tres exámenes psiquiátricos del acusado. La pericia final suele confiarse a un panel de expertos. “Cuanto más complicado sea, más pluralidad de opiniones pedirá el magistrado”, resume una fuente judicial.
Al final de la investigación judicial, que debería finalizar en 2024, la fiscalía de París presentará sus observaciones y luego los jueces de instrucción decidirán. ¿Dahbia Benkired será juzgada por un tribunal penal o declarada penalmente irresponsable? Los jueces también tienen la posibilidad de remitir el caso a la sala de instrucción para que ésta se pronuncie sobre la irresponsabilidad penal durante una audiencia.
Por su parte, los padres de la pequeña Lola abandonaron París para volver a vivir a Pas-de-Calais de donde era originario el padre de la pequeña.
“La madre de Lola, por su parte, desea mantener su dolor en privado. En este momento, necesita recuperar a su hija que le fue arrebatada y que fue objeto de tantas conversaciones públicas”, nos dice su abogada, Me Clotilde Lepetit. “Pretende que la justicia lleve a cabo, a través de su investigación y luego a través de la sentencia que seguirá, las mayores investigaciones para, por un lado, tratar de comprender y arrojar la mayor luz posible sobre los hechos, y luego, por otro lado. , obtener el más alto de los debates, la más alta de las reflexiones con miras a una respuesta penal, para que acciones como ésta no vuelvan a ocurrir”, especifica su abogado.
“Ha pasado un año y estoy devastada. Antes de la tragedia, tenía una vida feliz. Hasta el final de mi vida, este día (14 de octubre de 2022, nota del editor) estará en mi cabeza. Es impensable (…) Mi hija es un amor y siempre será mi amor. Ella todavía vive para mí”, explica el padre de Lola en una entrevista con M6. “Esta mujer que le quitó la vida a mi hija, mató a toda una familia. Perdí a mi esposa, lo perdí todo”, continúa. “Si la hubiésemos expulsado antes (a la sospechosa), tal vez no habría ocurrido la desgracia”, opina también.
En una carta publicada por Le Figaro, el hermano mayor de Lola le rindió homenaje, un año después de su muerte. “Ya te escribo esta nota para decirte cuánto te extraño desde que te fuiste a ver las estrellas (…) La vida es muy larga sin ti”, escribe Thibault, de 18 años.
Antes, el 18 de agosto, día en que Lola debería haber celebrado su cumpleaños número 13, su tía publicó un largo mensaje en Facebook en su memoria. “No pasa un día que no piense en ti Lola. Por la mañana cuando me levanto me digo: “¡no, eso no es posible!”. El día en que una palabra, un gesto, una situación, una pieza musical me recuerde inevitablemente a ti. Por las noches me persigue constantemente esta pregunta: “¿Por qué”? Por qué tú ? ¿Por qué ese día? ¿Por qué el odio? ¿Por qué decidió ese día acabar con tu vida?”, preguntó su tía.
En el número 119 de la calle Manin, en el distrito 19 de París, la casa de guardia donde vivía la familia de Lola se ha convertido en una “casa de servicio” deshabitada. En el lugar, los residentes que conocimos explicaron “querer pasar a otra cosa”. “No esperábamos cosas como estas aquí. Fue un gran shock para todos, pero ya no es un tema de discusión entre los residentes”, explica un residente de larga data. “La gente se ha movido entre comillas. Lo que pasó es horrible pero la vida continúa”, dijo un vecino.
El apartamento donde Dahbia Benkired es sospechoso de haber matado a la pequeña Lola todavía está sellado por la policía judicial. La sospechosa era alojada regularmente en esta vivienda, subarrendada por su hermana mayor. Este último fue deportado a Argelia a finales de 2022.
Los precintos, que permiten mantener el apartamento en el estado en que se encontraba en el momento del crimen, se mantienen hasta que se realiza una reconstrucción, a la que asisten los jueces de instrucción, generalmente al final de la investigación.