Queridos lectores,

Después de un parón invernal de dos semanas, vuelve su boletín de noticias para principios de 2024. La semana estuvo marcada por una escaramuza sin precedentes entre los herederos del clan Delon. Quienes se presentaron unidos ante la dama de honor del actor, estuvieron destrozados toda la semana bajo la mirada de las cámaras.

Anthony presentó una demanda contra su hermana Anouchka. Le acusa de haber ocultado los resultados negativos de las pruebas cognitivas realizadas a su padre en Suiza. A cambio, Anouchka Delon anunció que presentaría una denuncia contra su hermano por “difamación”, “denuncia calumniosa”, “amenazas” y “hostigamiento”. Al igual que Alain Delon contra su hijo, también por “difamación”: “Alain Delon ya no soporta la agresividad de su hijo Anthony, que le sigue diciendo que está senil”, afirmó el abogado de Alain Delon, el actor y su hija.

Este enfrentamiento se produce a pesar de que la fiscalía de Montargis ha cerrado el caso entre los hermanos y Hiromi Rollin, sospechoso de haber maltratado al actor. Mientras los hermanos están divididos, la cuestión de la salud mental y, por tanto, la abolición del discernimiento del monstruo del cine francés, de 88 años, está en el centro de los debates.

LA HISTORIA DE FÍGARO

La oscura racha de robos a celebridades no se detuvo con el nuevo año. El sábado nos enteramos del robo cometido por la estrella Patrick Sébastien en su casa de Boulogne-Billancourt, en Hauts-de-Seine. Esta noticia llega apenas cinco días después de la de un intento de robo en casa de Nikos Aliagas en Fontenay-sous-Bois (Val-de-Marne). Deportista, cantante, cocinera… Ninguna profesión de estrella parece librarse.

Algunos, como el presentador Bruno Guillon, también sufren un encierro violento. “Antes los ladrones preferían actuar cuando los propietarios no estaban. Actuaron en pequeños números. Ahora, la presencia de los propietarios ya no los detiene. Vienen en mayor número y a menudo van armados”, señaló recientemente a Le Figaro Tony Vallée, delegado de la Unidad 78 de Policía de la SGP.

LA INVESTIGACIÓN DE FÍGARO

El 31 de diciembre, “un olor nauseabundo” emanaba de un jardín de Limoges. El propietario decide inspeccionar el cobertizo del jardín y descubre, abriendo “cajas”, restos humanos con “carne todavía”. Horrorizada, llama inmediatamente a la policía.

Los primeros análisis establecieron que se trataba de los de un hombre decapitado cuya identidad “sigue siendo desconocida”. Se encontraron marcas de sierra en los huesos. Fueron detenidos dos sospechosos, ya conocidos por actos de violencia o infracciones de tráfico. Pero la justicia aún no ha arrojado ninguna luz sobre este macabro escenario. “Ninguna vía es privilegiada”, aseguró el fiscal de Limoges.

Hace una semana que la ciudad de Bagnères-de-Bigorre, al pie del Pic du Midi, se sumió en la incomprensión. La casa de un ex jugador de rugby apreciada por todos fue objeto de un violento incendio la noche del 29 al 30 de diciembre. En su interior se descubrió un cuerpo “totalmente carbonizado”, probablemente el suyo.

Tras varios días de búsqueda, su expareja fue detenida en Aurensan y admitió haberle disparado “accidentalmente”. “En pánico, según sus declaraciones, decidió prender fuego a la casa con una botella de gasolina, consideró quitarse la vida, antes de cambiar de opinión y finalmente abandonó la casa”. La mujer de 35 años mencionó un conflicto por una mudanza, pero la investigación apenas comienza. Fue acusada y puesta en prisión preventiva.

Hace 50 años, los equipos Figaro apenas se recuperaban de un trágico atraco ocurrido en la sede del diario el viernes 28 de diciembre de 1973. Y todo ello, con la complicidad de un miembro del personal, un secretario de redacción recién contratado. «Dos delincuentes consiguieron ayer, a primera hora de la tarde, robar 300.000 francos en un local de nuestro periódico», informó Le Figaro al día siguiente.

La suma correspondiente a una parte del salario de los empleados acababa de ser depositada en el tercer piso del edificio de la rotonda de los Campos Elíseos, en París, por transportadores de la Société Générale. Perseguidos, los mafiosos son arrestados, el botín se recupera, pero un transeúnte muere en el tiroteo. Los métodos de la brigada antipandillas que mató a Jacques Mesrine unos años más tarde fueron cuestionados en su momento.

Encuentre la historia completa de este increíble atraco contada por nuestra periodista Camille Lestienne.

Cinco años después del atentado de Trèbes, Julie Grand, rehén de la Super U salvada por Arnaud Beltrame, testifica por primera vez en un libro conmovedor, Su vida por la mía, publicado por Artège. Relata estos fragmentos de un segundo que cambió su vida, el difícil camino de la reconstrucción, su conversión a la fe católica y un nuevo impulso de vida, “el mejor antídoto contra el odio islamista”. Cuando el 22 de enero se inicia el juicio por los atentados de Trèbes y Carcasona (Aude), Le Figaro se reunió en exclusiva con este superviviente.

DESCUBRE LA HISTORIA DE ESTE ENCUENTRO

Gracias por leer esta carta número 36 dedicada a las noticias.

¿Quieres testificar o compartir tus sugerencias con nosotros? No dude en escribirnos a faitsdivers@lefigaro.fr

Te deseo un buen domingo

Esther Paolini, reportera de Le Figaro.