Uno puede imaginar fácilmente la sorpresa de la policía. Mientras que un hombre de 36 años es arrestado el 4 de julio por el robo de una bicicleta, admite estar involucrado en un caso de asesinato.

El 15 de junio fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre de 39 años en su casa de Giberville en Calvados, según informó el diario local Liberté. Dado el estado de descomposición del cuerpo, los médicos forenses habían estimado la muerte el 10 de junio. Extraño, el cuerpo mostraba huellas de golpes de “tijeras”, “palas” y “patadas”, indicó el fiscal de Caen, Joël Garrigue, a Ouest France. “Hubo una cantidad importante de lesiones”, dice, pero el golpe fatal fue en la cabeza.

Este vecino de la región de Caen quería “aliviar su conciencia e hizo una confesión del asesinato de Giberville”, explica el fiscal. Sin embargo, las declaraciones que hizo a los investigadores concuerdan con los elementos del expediente. El hombre puesto en prisión preventiva al día siguiente de su confesión era un “conocido” de la víctima. Según él, el asesinato se habría producido durante una velada, “tras una discusión cuyas causas quedan por precisar, y probablemente en un contexto de alcohol”, declara el fiscal. La propia víctima era conocida por la policía por actos de violencia.

“Seguimos buscando al autor”, subraya Joël Garrigue, fiscal de Caen. En efecto, el hombre en prisión preventiva no confesó el asesinato a la policía, pero “confesó haber participado en el homicidio de Giberville. Nuestro trabajo ahora es aclarar las cosas”. La investigación continúa para determinar el móvil del crimen y si el presunto culpable actuó solo o con cómplices.