Más de 800 personas movilizadas, pero aún no hay rastro del pequeño Emile, de dos años y medio, desaparecido desde el sábado 8 de julio en los Alpes de Alta Provenza. El pequeño de 90 centímetros, rubio de ojos marrones, vestido con un top amarillo, shorts blancos y botas de montaña, desapareció mientras jugaba en el jardín de sus abuelos en Vernet, un pueblo de 125 habitantes atrapado en la montaña. Este martes 11 de julio se adecuará el sistema de investigación, anuncian las autoridades. Actualización sobre la situación.

La desaparición de Émile fue denunciada el sábado a las 18:00 horas por sus abuelos. El niño, que jugaba en el jardín de su casa en Haut-Vernet, una aldea a 2 km del pueblo, desapareció. Dos testigos lo vieron “en una calle cuesta abajo”. Son las 17:15, el niño está solo. “Aquí es donde le perdemos la pista”, respira el fiscal de Digne-les-Bains Rémy Avon.

“Todas las hipótesis siguen siendo válidas”, dijo el magistrado durante una conferencia de prensa el lunes por la noche. “Ninguno es privilegiado y ninguno está excluido”. Se llevaron a cabo “numerosas audiencias de testigos”, pero, 48 horas después de la desaparición del niño, las autoridades no tenían “elementos nuevos que puedan explicar” su desaparición. Las investigaciones continúan, dijo el fiscal. En esta etapa, “ningún elemento caracteriza un delito que pueda ser la causa de esta desaparición”.

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La búsqueda comenzó el sábado tras el reporte de la desaparición del pequeño, en esta escarpada zona montañosa. Todas las casas del caserío, salvo dos abandonadas, fueron allanadas, según el fiscal. Pero los primeros dos días de investigación, en un perímetro de 5 kilómetros alrededor de la aldea donde se vio al niño por última vez, no arrojaron nada.

Este martes se pondrá en marcha un nuevo sistema de búsqueda más “dirigido y selectivo”. “Concretamente, detenemos a los golpeados para desplegar medios especializados en busca de rastros y pistas”, dijo el prefecto del departamento, Marc Chappuis. A partir de este martes, “el sitio estará cerrado para cualquier persona ajena a la localidad”, agregó el fiscal.

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“Después de 48 horas, el niño debería haber sido encontrado en este perímetro”, se preocupó el prefecto. Si todavía está vivo y perdido en la naturaleza alrededor de la aldea, Emile habría pasado tres noches afuera, sin beber ni comer, en condiciones difíciles, estando el departamento en vigilancia naranja por ola de calor. “No detengamos la investigación, no perdamos la esperanza”, sin embargo animó el prefecto.

Durante estas primeras 48 horas, más de 800 personas se turnaron para buscar al niño de dos años y medio. Se movilizaron gendarmes, bomberos y equipos caninos del departamento pero también vecinos.

Los gendarmes también intentaron difundir por megafonía un mensaje de audio grabado por la madre de Émile para intentar tranquilizarlo y sacarlo de un posible escondite, sin éxito, supo Le Figaro de una fuente familiarizada con el asunto, confirmando información de BFMTV.

Los gendarmes recibieron más de 500 llamadas, la mayoría para ofrecer ayuda en los allanamientos. El prefecto saludó una “increíble efusión de solidaridad” de los ciudadanos movilizados.