El exiliado de túnez Bettino Craxi , que es el único Presidente, entre los platos de pasta están prohibidos, arrebatos de ira, ironía, sharp consideraciones políticas, lamenta, un ‘Garibaldi fue herido’ tarareaba en el sofá sillas en el patio de su casa en Hammamet. Se titula simplemente Hammamet, en el salón de mañana, 9 de enero de 400 copias, la película de Gianni Amelio quería dedicar a la figura del ex presidente del partido socialista, encarnado por un mimético, hasta el extremo, Pierfrancesco Favino . «Los nombres no hacerlo porque sabes, en mis películas, rara vez hago para poner nombres, algunos personajes son un conjunto diferente de parte de la gente. Los nombres son demasiado obvios y, a continuación, he intentado no hacer noticia, traté de mirar hacia arriba en las noticias. La hija se llama Anita a Anita Garibaldi , ¿por qué Bettino Craxi adorado Giuseppe Garibaldi «, dice Amelio.

De la vida política es sólo una secuencia de apertura, antes de los títulos de la cabeza, es el discurso de clausura de la fortyfifth congreso del partido entre los claveles, las primeras páginas de la Próxima!, saludos de compañeros de partido y un voto de «proporciones búlgaro». Entre ellos está apagado Vicente , Giuseppe Cederna , ex-trabajador, un amigo, un líder que quiere ofrecer su dimisión, que advierte al presidente: «Cada noche vienen a mi oficina y rebuscar entre los papeles», pero el Presidente no le importa. Todo el resto de la película será el fijado en Túnez, la enfermedad, y la estrecha relación con la hija de Anita ( Livia Rossi ), la más problemas en la relación con el hijo ( Alberto Paradojas ), los jueces que condenan, los turistas que cruzar a la playa y el insulto, los viejos amigos que vienen a Hammamet a reunirse con él, el viejo rival político ( Renato Carpentieri ), el amante ( Claudia Gerini ) y, a continuación, un misterioso personaje, onírico, un niño, Fausto, que tiene una misión secreta ( Luca Filippi ).

«Hay personas que ponen en movimiento una historia, yo estaba en necesidad de un antagonista. Yo para esto he decidido insertar este carácter del hijo que recuerda al niño a la Huelga en el corazón (las películas de Amelio, 1983, ed), no fue terrorismo, aquí los juicios que se han convertido en cosa juzgada, los nodos para elegir, buscando un culpable, y hay alguien que quiere claridad. Él estaba cuestionando el padre y luego el de la búsqueda para el hombre que lo empezó todo. La entrada en escena de Fausto en la vida del Presidente desencadena el conflicto, sus casi es un duelo».