Que algunas películas no se la edad es lo suficientemente nota. Pero aún hay (muy pocos), que con el tiempo va a rejuvenecer. Uno de estos es El dr. Strangelove o: cómo aprendí a no preoccupami y amar la bomba, la Cineteca di Bologna de nuevo en la habitación el 3 y 4 de febrero, con una retrospectiva de los 40 años desde la muerte de Peter Sellers.
El secreto de la eterna juventud en las películas de Stanley Kubrick es el grotesco, aplicado a uno de los temas más preocupantes de los últimos dos siglos: la guerra nuclear y la destrucción total del mundo. Cuando se hizo la película, en 1964, el peligro era real (luego vino también varias películas «serias» sobre el tema) y la novela de Peter George Alerta Roja, de la que fue tomada, representada él de una manera dramática. Kubrick, en su lugar, el parafrasò en un universo de locos: el general paranoico Ripper, quien trabajó en el plan de ataque final contra la Unión Soviética; el Dr. Strangelove, un científico, un ex-nazi, asesor del Presidente de los estados Unidos, que quiere salvar del exterminio inminente, un grupo de funcionarios electos (políticos y militares), debido a que para generar una nueva raza; el comandante de King Kong, que libera la atómica cavalcandola y agitando la capilla como un vaquero. Kubrick eligió no hacer ni la parodia ni la sátira de la scriteriati que entonces – como ahora – dependía de la suerte de el mundo: él prefiere en lugar de la clave de la grotesca. Y es, precisamente, lo grotesco, lo que no sólo hace que la película actual, pero el veneno.
Si las tensiones de la central nuclear de pensamiento de la terrible lucha de hoy entre estados unidos y Corea, estados unidos e Irán, el Presidente Muffley (jugado por los Vendedores, junto con otros dos personajes, el Dr. Strangelove y el capitán Mandrake) es más sabio y moderado de su «sucesor» de Donald Trump: aunque no tuvo éxito, intenta evitar el apocalipsis, en lugar de dejar que nos sobre y por encima de la escalofriante tweets como «el» Donald. Y lo de el personaje del título, el concentrado de humor muy oscuro? En el momento de la Guerra Fría, el miedo a la bomba atómica, sí, era, en la mente; sin embargo, con la memoria de la guerra mundial, todavía fresca, la democracia parecía distante: y el ex-nazi mutilado es un poderoso poder de decisión, que elige una pequeña parte de la humanidad que es «puro» para sobrevivir en los refugios atómicos. Siempre en relación con el presente, entonces, se hace aún más evidente, pues la crítica de la impotencia de los medios de comunicación, aparatos de comunicación total no es capaz de hacer cualquier cosa para evitar la «solución final». Él se preocupa tanto como quieras; es suficiente que un oficial superior de la taza porque todo lo que salta en el aire: en realidad, no en la «teoría de juegos» de los estrategas militares. Vamos a ser claros: la película no ha perdido nada de su sentido del humor y el ridículo. Sin embargo, recuerde que, en el momento de la primera salida, el Columbia se sintió obligado a anteponer el cribado mediante un cartel en el que se afirma que, en realidad, el sistema de seguridad estadounidense habría hecho imposible incidentes de este tipo. Habrá sido cierto? Y, en el caso, estamos seguros de que hoy en día sería aún?

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