Tres días después del asesinato del joven Thomas en el baile de invierno de Crépol (Drôme), las investigaciones de la sección de investigación de Grenoble cobraron impulso. Mientras que el sangriento ataque que tuvo lugar la noche del sábado 18 al domingo 19 de noviembre sembró el miedo en el pueblo y sus alrededores, nueve sospechosos fueron detenidos por el GIGN, anunciaron el ministro del Interior, Gérald Darmanin, y la fiscalía de Valence. .
“La gendarmería nacional realizó siete detenciones en los alrededores de Toulouse. La investigación revelará si estas personas son los autores de este crimen atroz”, declaró por primera vez Gérald Darmanin durante una sesión de preguntas con el gobierno en el hemiciclo. Uno de ellos es sospechoso de ser el autor del golpe fatal propinado al adolescente, precisa una fuente cercana al expediente en Le Figaro, confirmando informaciones de BFMTV. Según informó la fiscalía el martes por la tarde, este individuo tiene 20 años, es de nacionalidad francesa y “nacido en Romans-sur-Isère de madre de nacionalidad francesa, reside allí en el centro (y no en el distrito de Monnaie)”, puede leer en un comunicado de prensa. La Monnaie es presentada por los allegados a Thomas como el barrio de donde procedieron los atacantes la noche del sábado al domingo. Por la noche, la fiscalía anunció la detención de otras dos personas. Su custodia puede durar hasta 96 horas.
Anteriormente, el portavoz de la gendarmería nacional les había pedido que se rindieran. “Sería más razonable que los perpetradores se presentaran, porque no pasará mucho tiempo antes de que vayamos a capturarlos”, declaró Marie-Laure Pezant en Franceinfo. Los sospechosos ahora podrán ser interrogados sobre las circunstancias de este sangriento ataque. ¿Thomas y sus camaradas fueron el objetivo específico de la pandilla juvenil? ¿Los jóvenes que participaron en la velada de Crépol fueron objeto de un ajuste de cuentas?
La investigación avanza “muy rápidamente”, dijo la fiscalía de Valencia. “Se han llevado a cabo más de cincuenta interrogatorios a testigos” y “los gendarmes han previsto un número igual de elevado en las próximas horas”, afirmó el martes por la tarde. También se presentaron a los testigos placas fotográficas que permitieron recoger “elementos corroborantes”, que “apuntan a varios sospechosos”.
Al mismo tiempo, “se están realizando numerosos análisis de las conexiones a los repetidores telefónicos, que abarcan el control cruzado de varias decenas de miles de activaciones”, detalló también Laurent de Caigny, fiscal de Valence. Los testigos que se encontraban en el lugar esa noche también proporcionaron a los investigadores “pistas” que les permitieron identificar gradualmente los “atuendos”, los “signos distintivos” y los “comportamientos de los atacantes”. También se utilizaron sistemas de videoprotección, que “especifican de hora en hora el desarrollo exacto de la noche y la identificación y ubicación de los sospechosos”.
Sin embargo, precisa cautelosamente la fiscalía, nada indica que los sospechosos sean una banda organizada procedente del mismo lugar. “Sin embargo, es falso afirmar que el grupo hostil estaría formado por individuos todos de la misma ciudad y del mismo barrio”, argumenta la Fiscalía, precisando que los vínculos entre los sospechosos no se parecen a una “lógica de territorio”. . Tres días después de la tragedia, varios vecinos, familiares de Thomas y estudiantes que lo encontraron en el instituto Dauphiné de Romans-sur-Isère, a 20 minutos en coche de Crépol, afirman que los autores procedían del barrio de Monnaie, una ciudad situado a un paso del instituto y, a menudo, escenario de ajustes de cuentas.
En el barrio de Monnaie, los ecos de la expedición punitiva llegaron in situ a los habitantes. Durante los disturbios de julio, un restaurante chino, el Crédit Mutuel y la oficina de HLM quedaron devastados. También se incendiaron contenedores de basura y automóviles. “Estos jóvenes pueden ser muy amables e incluso serviciales. Pero a veces se vuelven agresivos. Les cuentas algo y acabas con el coche drogado. “Todo es culpa del narcotráfico”, lamenta un jubilado que vive aquí desde hace cincuenta años. Otro residente comparte esta opinión. “Hay muchas rivalidades con las ciudades de Valencia. Hace poco oímos disparos, habían venido unos chicos de Valencia a ajustar cuentas con los de la Casa de la Moneda. Por eso los pequeños de aquí ahora andan con cuchillos encima”, explica este hombre que tiene previsto, en señal de apaciguamiento, acudir este miércoles a la marcha blanca en homenaje a Tomás.
“Vimos la noticia, es dramático, este joven era un niño”, dijo el jubilado. Pero por el momento no sabemos más, nada dice que en el barrio vivan jóvenes. “Siempre decimos que la culpa es de los jóvenes de La Monnaie, ellos son los culpables ideales”, se enoja también un adolescente que sale del instituto de Dauphiné donde el joven Thomas iba a la escuela.