“Me vi muriendo, me vi en el paraíso”. El miércoles 18 de octubre, mientras paseaba con su tía y su perro en Loreto-di-Casinca, en las montañas de Alta Córcega, Alexandre, de 10 años, fue atacado y gravemente herido por unos cerdos, informa Le Parisien. “Se reagruparon y me atacaron”, recuerda Bastiais, estudiante de CM2. Los animales, que pueden llegar a pesar hasta 250 kilos, se arrojaron sobre él. Los días de Alejandro no corren peligro. Pero se le impuso una incapacidad laboral total (ITT) de 45 días. Su familia presentó una denuncia contra X por “lesiones involuntarias por persona jurídica”.

Este incidente, cuyo desenlace podría haber sido trágico, vuelve a poner sobre la mesa el problema de la deambulación de los animales por la Isla de la Belleza. Si bien no existen datos oficiales sobre los accidentes relacionados con este fenómeno en Córcega, la asociación Cambia Avà, que ayuda a las víctimas, registró al menos treinta accidentes graves en 2022. En junio de 2023, la Asamblea de Córcega estimó el número de animales que vagan por su territorio. en “30.000, incluidos 15.000 animales salvajes”.

“Era un escenario de guerra, lo masacraron. Vio su carne, su oreja, su hueso. Estaba cubierto de barro, pisoteado. Tenía marcas de cascos en todo el cuerpo…”, informó al diario el padre de la víctima. Este último fue sacado de la trampa del rebaño por su tía, quien lo llevó al pueblo donde fue atendido por los servicios de emergencia. Alexandre fue hospitalizado durante seis días en el hospital de Bastia, donde fue operado de urgencia durante varias horas. Por suerte, evitó que le amputaran una oreja.

Las secuelas del ataque, sin embargo, siguen muy presentes: muñeca rota, decenas de puntos y el cuerpo hinchado, como atestiguan las fotografías, detalla Le Parisien. En el informe médico-legal, continúa el diario, los médicos señalan «pisoteo y aplastamiento con patas de cerdo», «desgarro de piel con dientes de cerdo» en la escápula, el hombro derecho y «la parte anterior del tórax».

A pesar de la denuncia contra X, el padre de Alexandre cree conocer a los dueños de los animales que vagaban libres. «Si logramos encontrar a los dueños de los cerdos, cuestionaremos su seguro», anunció el consejo de la familia a Le Parisien.