DESTILA gota a gota como el más preciado de los vinos. Para llevar el agua en el desierto de Atacama, que tiene a la captura de la niebla. En la línea de costa entre el Perú y Chile, en una de las regiones más áridas del mundo, un equipo de investigadores de la Universidad de Florencia, ha probado la tecnología, que se llama la captación de agua, para recuperar de entre la niebla de lo que en estos entornos puede ser considerado como el “oro azul”. Se trata de un trabajo de campo duró 23 años, y los resultados de la investigación será publicado próximamente en la revista internacional de Ciencias del medio Ambiente Total. El agua, en una primera fase, sirve para regar un nuevo bosque de cuatro hectáreas, que hoy en día se puede observar incluso desde el espacio, porque todo, por los miles de kilómetros cuadrados, reinado, sólo el polvo y roca.
“Hemos utilizado el Betmatik normal redes de un vivero que son capaces de retener el agua cuando están cruzados por la niebla en esta área son inmensas, pero el agua generalmente se evapora”, explica el Fabio Salbitano , profesor de ecología forestal de la universidad de florencia y parte de la Cosecha de Agua de Laboratorio en que se realizó la investigación. Los lugareños lo llaman el mar de nubles, un mar de nubes, el ambiente del desierto seca es la sustancia más preciosa. “Este fenómeno es provocado por el encuentro de la corriente de Humboldt, una corriente de agua fría que fluye desde la Antártida al norte del Océano Pacífico, con el calor de la tierra, la generación de condensación. – añade Salbitano – Todo esto de la humedad, sin embargo, no cambia las cartas sobre la mesa. En promedio, en esta región de la américa del sur caída de 88 milímetros de lluvia por año, una cantidad equivalente al dado de alta de un par de tormentas de verano de considerable intensidad en Italia. En la parte de atrás del desierto, sin embargo, se levanta la pared vertical de la cadena de montañas de la cordillera de los Andes, lo que dificulta el movimiento del aire húmedo que viene del Atlántico y los beneficios de la selva amazónica”.