Los agricultores se acercaron este viernes a París bloqueando algunas carreteras importantes en la región de Isla de Francia. Con un objetivo en mente: presionar al gobierno ante los tan esperados anuncios del primer ministro Gabriel Attal. Según Damien Greffin, miembro de la oficina de la FNSEA y agricultor de Essonne, por la tarde se instalaron “cinco puntos de bloqueo situados a algunas decenas de kilómetros de París”. Y aclarar que no se trata de “operaciones de peaje gratuito sino de bloqueos y operaciones caracol”. Manifestaciones que estaban previstas para durar “hasta medianoche, o incluso más si los agricultores consideran insuficientes los anuncios del gobierno”.
Entre los lugares afectados se encuentra el peaje de Saint-Arnoult, en la autopista A10-A11, una importante vía que une el oeste y el suroeste del país con París. A primera hora de la tarde varios cientos de tractores cruzaron la calzada en ambos sentidos de la circulación. “Estamos dispuestos a ir a París para demostrarle al ejecutivo que estamos decididos a defender nuestra profesión. Hemos repostado gasolina, estamos esperando la luz verde de nuestras autoridades, comenta Benoît, un productor de cereales que llegó con su tractor enarbolando dos banderas verdes y blancas, con los colores de la FNSEA.
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Han surgido otras presas, como en la A6, al sur de la capital, en Villabé-Auberneau o en la A13, eje que conduce a Normandía, en el peaje de Buchelay. Pero también en la A16, al norte de París, o en la A1, en Oise, donde la vía estaba bloqueada desde la mañana en el peaje de Senlis. “En la A16 había al menos 80 tractores y más de 200 en el bloqueo de Senlis, es muy impresionante”, comentan Luc Smessaert y Régis Desrumaux, ganaderos y responsables de la FNSEA en Oise. Ha pasado mucho tiempo desde que vimos tal movilización. Hay convivencia, pero mucha determinación y dignidad en nuestra lucha por simplemente poder vivir de nuestro trabajo.
Muchos agricultores abandonaron sus granjas para unirse al movimiento: criadores, cultivadores de cereales, viticultores, horticultores y arboricultores. Entre ellos, agricultores que no se habían manifestado durante mucho tiempo, incluidos altos funcionarios de organizaciones profesionales, solían discutir con los que estaban en el poder. Es el caso de Eure, en la A13, al lado de Gaillon. Emmanuel Hyest, productor de cereales y presidente de la Federación Nacional de Safer (empresas de desarrollo territorial y establecimientos rurales) es uno de ellos. “Han pasado años desde que hice una manifestación y saqué mi tractor”, dice. Las complejidades administrativas son cada vez más numerosas. Y hay demasiados controles inoportunos, especialmente medioambientales, por parte de la Oficina Francesa de Biodiversidad. Necesitamos dejar de vernos a nosotros mismos como delincuentes. Nos turnamos día y noche. Este viernes por la tarde cerraremos completamente el tráfico. Hasta ahora dejamos pasar los vehículos por la mañana y por la tarde”.
Más al sur, los bloqueos dieron lugar a imágenes impresionantes: las autoridades cerraron preventivamente al tráfico 400 kilómetros en las autopistas A7 y A9, y sólo los convoyes de tractores estaban autorizados a circular por las vías. En Aude, no lejos de una presa de la A9, los manifestantes incendiaron parcialmente los edificios de la mutualidad social agrícola (MSA), el equivalente para los agricultores de las cajas del seguro primario de enfermedad para asalariados del régimen general. Afortunadamente, los edificios habían sido evacuados en previsión de esta manifestación.
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En Aveyron, una cuarentena de tractores y camiones de transporte de ganado de los Jóvenes Agricultores y de la FNSEA frenaron el tráfico, con una operación como de caracol en la A75. Un convoy que tomó por la tarde el viaducto de Millau. “Desafortunadamente, esta no es la última vez que nos manifestamos”, insiste Rémi Agrinier, un joven criador de ovejas, al volante de su tractor después de cruzar el puente. En el sur del departamento, los agricultores han instalado desde hace cuatro días un campamento improvisado que bloquea la carretera nacional 88, cerca de Tauriac-de-Naucelle, cerca de Tarn.
Entre los lemas expuestos en las palas delanteras de los tractores se podía leer: “Pequeños soñamos, grandes morimos”, “ZAD, agricultores decididos de zona agrícola”. Algunos escribieron, en memoria de su colega y de su hija, asesinados accidentalmente el martes en la presa de Pamiers: “Murieron porque querían vivir dignamente de su profesión”. Finalmente, debido a los numerosos bloqueos, los agricultores exigen la salida del Ministro de Agricultura, al que no consideran a la altura de la situación: “dimisión de Fesneau”, se puede leer aquí y allá. “Bloqueamos con fardos de paja, tractores y bandejas de forraje, dormimos en camiones para ganado y nos turnamos día y noche para aguantar a largo plazo”, advierte Mathilde de la JA.