En un momento en que los menores están expuestos a la pornografía a edades cada vez más tempranas, los franceses exigen una mayor severidad. Y por una buena razón, en promedio, a partir de los 12 años, más de la mitad de los niños visitan sitios con clasificación X cada mes. El número de jóvenes introducidos en la pornografía antes de los 15 años incluso se ha duplicado en los últimos diez años, pasando del 30% en 2013 al 57% actual.

Mientras el proyecto de ley digital destinado a reforzar el control del acceso de los menores a los sitios pornográficos llega este miércoles a la Asamblea Nacional, una encuesta del Ifop, realizada para el sitio de información MonPetitVPN, arroja cifras reveladoras. Casi 9 de cada 10 adultos franceses se declaran partidarios de reforzar las competencias de la Autoridad Reguladora de la Comunicación Audiovisual y Digital (Arcom).

En concreto, quieren que la autoridad pública pueda bloquear los sitios X -lo que en teoría ya ocurre hoy- o al menos sancionarlos cuando en realidad no impiden el acceso a los menores. Desde la ley del 30 de julio de 2020, los sitios pornográficos tienen la obligación legal de bloquear el acceso a sus contenidos a menores de dieciocho años. Necesitan implementar un sistema de verificación de edad que sea más efectivo que el simple botón “Tengo más de 18 años”.

Para hacer cumplir esta medida, Arcom también acudió a los tribunales de París para solicitar el bloqueo de cinco de los sitios más populares (Pornhub, xHamster, YouPorn, Xvideos y Xnxx), acusándolos de no haber establecido un sistema suficientemente eficaz. Y aunque el órgano judicial aún no se ha pronunciado sobre el destino de los sitios X, la preocupación de los padres va en aumento porque los contenidos pornográficos siguen siendo accesibles.

Entre los diversos principios en materia de regulación del consumo pornográfico, los franceses insisten en gran medida en “la necesidad de proteger a los niños de estos contenidos”. Casi el 89% considera que esto es una prioridad, subraya la encuesta de Ifop. Y esta proporción se eleva al 95% entre las mujeres. Por el contrario, sólo el 53% defiende la “libertad de expresión” y el 41% considera que “el anonimato de los consumidores de pornografía” es una prioridad.

La petición de controles más estrictos se basa también en una observación establecida por los propios consumidores. La mayoría de los franceses considera perjudicial tener acceso a este tipo de contenidos cuando son demasiado jóvenes: el 53% de los menores de 25 años cree que no tenían la edad suficiente cuando tuvieron acceso a su primera película X.

Por lo tanto, para actuar, los entrevistados prefieren diferentes métodos. El 75% apoya el establecimiento de un sistema de verificación de la edad mediante un certificado de mayoría anónimo (a través de un tercero de confianza que tenga acceso al documento de identidad y que asegure al sitio que el internauta es mayor de edad). Casi el 80% de los mayores de 50 años apoyan este sistema, frente al 70% de los que tienen entre 25 y 34 años.

En términos más generales, el 55% de los encuestados defienden los controles de las tarjetas de crédito y el 45% incluso considera el análisis facial mediante la cámara del ordenador. Esta proporción cae al 33% entre los consumidores habituales de pornografía.

En cuanto a la financiación de las soluciones técnicas, el 70% de los franceses cree que corresponde a las plataformas que distribuyen imágenes pornográficas cubrir los costes de desarrollo de los métodos de verificación de la edad. El 30% piensa, por el contrario, que corresponde a las autoridades reguladoras creadas por los poderes públicos financiarlos.

El estudio también destaca que “el consumo de pornografía online promueve la violencia simbólica, psicológica y física que sufren las mujeres en su vida íntima”. En efecto, cerca del 34% de los consumidores habituales de películas X “admiten no haber respetado siempre el consentimiento de sus parejas para determinadas prácticas sexuales”, frente al 10% de los hombres que nunca visitan sitios pornográficos.

Además, muchos hombres creen que, aunque no lo digan, “a muchas mujeres les gusta que las dominen en la cama” (41%), o incluso que “muchas mujeres sienten placer al sentir dolor durante las relaciones sexuales” ( 20%).

Las mujeres, por el contrario, casi el 50% han sido iniciadas contra su voluntad “en prácticas sexuales propias de esta cultura pornográfica”. Por ejemplo, el 43% de ellos ha practicado la sodomía por primera vez, “sin querer” (36%) o incluso “contra su voluntad” (7%).