Novak Djokovic disputó este martes su primera ronda del Abierto de Australia con un enorme vendaje en el muslo izquierdo donde le duelen los isquiotibiales desde hace más de una semana, pero «la pierna está bien», dijo. “Todavía no es ideal, pero estamos llegando allí. Hoy fue una buena prueba”, dijo el serbio tras su victoria por 6-3, 6-4, 6-0 ante el español Roberto Carballes (75º).
“No he entrenado mucho en los últimos días en lo que a tenis se refiere. Esperaba que saliera a la cancha desde el primer hasta el último punto del partido y así fue”, afirmó. Sin embargo, se estiró un poco al comienzo del segundo set y, a veces, pareció estremecerse un poco.
“Estoy muy contento porque sentí que durante el juego iba mejorando y en el tercer set la pierna iba muy bien. Esta es una buena señal”, agregó. “Al principio estaba un poco tensa, mentalmente también, porque estaba tratando de proteger mi pierna de algo que me molesta desde hace diez días. Así que me tomó un poco de tiempo entrar realmente en el juego y comenzar a moverme en silencio”, dijo. “Y cuanto más duraba el partido, mejor me sentía y mejor me movía”, concluyó.