Hay una nueva intriga de palacio a la corte real de arabia saudita. Y el protagonista, una vez más, es el hombre que durante cinco años domina la vida de este País, no siendo el rey Mohammed Bin Salman (MbS). El príncipe de la corona, de 33 años de edad, en la noche del jueves, arresta a los tres miembros de alto rango de la familia real, probablemente en un intento de allanar aún más el camino hacia el trono de la 85nne y enfermo padre, el rey Salman.
Los detenidos fueron príncipe Ahmed, el único que queda entre los hermanos del rey, descendiente directo del fundador del reino, Abdulaziz al Saud, y el punto de referencia de esa parte de la familia y de la arabia de la sociedad que no comparte la visión autororitaria y modernización de MbS. Ahmed era una amenaza porque hasta el surgimiento de Salman y del hijo, MbS el trono de arabia saudita fue el pasado de hermano en hermano, y él habría sido, por tanto, con derecho a la sucesión si el hermano no había decidido centrarse en su hijo. De largo que fue al exilio voluntario en Londres, hace dos años, había expresado opiniones que se han jugado, y las críticas de MbS en un video que circula en la red: pero luego se fue de vuelta a casa y parecía haber desaparecido los desacuerdos con el liderazgo.