El brasil reitera su firme oposición a cualquier forma de censura, especialmente si es para golpear a la libertad de expresión, tanto escrita y artística. Lo hace con el Superior Tribunal Federal, el máximo órgano judicial del País, llamados a tomar acción en un decreto de un Tribunal de justicia, juzgados a ser inconstitucional.

hace Dos días, en la ola del populismo y de la lucha por «la ideología marxista» que el alma siempre el gobierno Bolsonaro e infecta a miles de brasileños, el juez Benedicto Abicair, de la sexta de la Corte de Río de Janeiro, había impuesto a Netflix eliminar de su oferta de streaming de la película «La primera tentación de Cristo», una versión de la humorística y satírica de 46 minutos, en la que se insinúa la homosexualidad del hijo de Dios.