España tiene, finalmente, un gobierno legitimado por el voto parlamentario, después de un largo período de estancamiento político que se caracteriza por dos elecciones generales en sólo seis meses. Con un margen muy estrecho (167 sí en contra de 165 no) Pedro Sánchez ha obtenido la investidura de la presidencia del gobierno en el voto critico, que había requerido sólo una mayoría simple de los diputados a las Cortes. Así nació el primer ejecutivo de la coalición, y con más de 40 años de la democracia española: el partido socialista de Sánchez va a gobernar juntos en Unidas podemos, cuyo líder, Pablo Iglesias, va a ocupar una de las tres vicepresidencias (los otros dos se vaya a la socialista Carmen Calvo, el actual viceprimer ministro, y Nadia Calviño, el ministro de Economía).
El acuerdo Sánchez-Iglesias, firmado sólo 48 horas después de que el legislativo avance del 10 de noviembre del año pasado, fue el punto de partida de un diálogo con otras fuerzas políticas, los menores de edad, nacionalistas y regionalistas, comenzando desde el país vasco, el Pnv, que nos ha permitido llegar a los números para hacer posible la investidura del presidente sobre el líder socialista. Pero la elección de Sánchez no habría sido posible sin la abstención de la independentista de los catalanes de Esquerra Republicana de Catalunya, con la que el Psoe ha negociado durante semanas para llegar a un acuerdo sobre la apertura de negociaciones entre los gobiernos de Madrid y Barcelona para la solución del conflicto político con la región separatista.
La crisis en el catalán será la principal amenaza para la estabilidad de un gobierno que se anuncia con una red progresivo: se proyecta que el aumento de los impuestos para las personas con salarios altos y grandes empresas, la eliminación de los aspectos más controvertidos de la reforma de la labor de Mariano Rajoy, la abolición de la llamada «ley mordaza». Sánchez dará a conocer mañana la lista de los ministros que tomará el juramento delante del rey Felipe VI, el viernes, la primera reunión de la ejecutiva en la Moncloa.
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