el MERIDIEN – Christian Larsen nos mantuvo. Durante 9 años, había pedido a su madre, Lindsay, para organizar una fiesta de cumpleaños para que ella pudiera invitar a todos sus amigos. Al final mamá se rindió y se envían las invitaciones, se mostró escéptico. De hecho, él sólo recibió una respuesta.

Cristiano, que tiene autismo, va a la escuela en Hillsdale Primaria en Meridian, Idaho. Pero la madre estaba preocupada. Él ya había notado la actitud de los compañeros en el picnic en el último día de la escuela. Muchos ignoran el niño, otros respondieron sgraziatamente que ellos no se han ido a su fiesta. El 31 de mayo, Lindsay ha publicado en Facebook un post en el que contaba la falta de respuestas.

«Al final de la comida campestre – en-ley, el post en Fb – Cristiana, saludando a sus ‘amigos’ le preguntó a responder a la invitación a su fiesta. Yo lo vi cuando estaba hablando con 6 niños de su clase. Se dirige a ellos por su nombre, tomó una pausa, y luego habló. Él ha trabajado tan duro para aprender los nombres de este año, y puedo decir que estaba orgulloso como él se dirigió a los compañeros. Una chica respondió, y ella dijo que estaba bien, entonces él sonrió. Los demás eran hombres. Tres no han respondido a nada. Uno sólo dijo: ‘No’, y otro que estaba sentado en la mesa de picnic junto a nosotros, primero él la ignora, cuando Cristiano estaba atascado en la espera sin salir, y preguntó de nuevo, él dijo: ‘tal vez'».