El verano pasado, los incendios, favorecidos por un calor intenso y unos suelos muy secos, arrasaron con más de 72.000 hectáreas de vegetación en Francia. Y “la parte esencial de los incendios no ocurrió alrededor del Mediterráneo”, señala Christophe Béchu, Ministro para la Transición Ecológica. Ante un riesgo ahora nacional, este martes presentó el futuro “pronóstico del tiempo forestal”, que, a partir del 1 de junio, informará a la ciudadanía sobre los riesgos de brotes de incendios en función de las condiciones climáticas.
Este nuevo mapa de pronóstico encontrará su lugar junto con el pronóstico del tiempo en la playa o el pronóstico del tiempo marino en el sitio web de Météo-France. “Se producirá todos los días al final de la tarde durante los próximos dos días, para dar visibilidad a todos y permitirles organizar sus actividades”, explicó, durante la rueda de prensa, Virginie Schwarz, Presidenta – CEO de Météo -Francia. El mapa no brindará información sobre los incendios actuales, sino sobre las áreas de riesgo, departamento por departamento. Incluirá cuatro niveles de vigilancia, que van desde el verde (correspondiente a peligro bajo) hasta el rojo (señal de riesgo máximo), y será desarrollado por los meteorólogos de la agencia en colaboración con la Oficina Nacional Forestal. Se tendrán en cuenta diferentes parámetros, como la temperatura, la humedad del suelo, la cantidad de plantas muertas en un lugar determinado, las precipitaciones o la fuerza de los vientos.
El objetivo: aumentar la conciencia pública sobre el riesgo de que el calentamiento global se agrave. La multiplicación de episodios de calor y sequía acentúa la inflamabilidad de la vegetación, en áreas y periodos más extensos. “Todos los franceses están preocupados”, insiste Christophe Béchu, quien espera que este mapa también ayude a comprender mejor las decisiones que las autoridades pueden tomar a nivel local, como la prohibición de caminar por el bosque cuando los riesgos son demasiado altos.
Esta previsión meteorológica forestal forma parte de un plan más amplio destinado a prevenir y reforzar los medios de lucha contra incendios. Si está destinado al público en general, un pronóstico de incendios, con una malla más precisa, se extenderá gradualmente este verano de 15 a 35 departamentos para que los bomberos puedan anticipar mejor sus intervenciones.
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“El 90% de los incendios son de origen humano y más de la mitad proceden de gestos estúpidos: colillas, barbacoas, molinillos”, ha recordado la ministra, que añade que los propietarios que viven a menos de 50 metros de un macizo forestal tienen la obligación de limpiar la maleza entre sus casa y el bosque. “Solo el 30% de los interesados cumplen”: por eso acaban de enviarles 2,3 millones de folletos para recordarles su deber. También se enviarán mapas satelitales a los alcaldes para señalar las áreas de riesgo en su municipio.
Mientras, a mediados de abril, el primer gran incendio del año ya ha reducido a cenizas más de 1.000 hectáreas de vegetación en los Pirineos Orientales, este departamento está siendo vigilado de cerca. No experimenta “ninguna lluvia importante (…) desde hace más de un año”, recordó la presidenta del consejo departamental, Hermeline Malherbe, en una carta al presidente, Emmanuel Macron. Cuatro aldeas ya están privadas de agua potable.
Por su parte, el prefecto Rodrigue Furcy advirtió que “no habrá suficiente agua para todos los usos” este verano.
A nivel nacional, el espectro de una sequía de verano está creciendo: el 75% de las capas freáticas se encuentran en niveles moderadamente bajos a muy bajos. “A orillas del Mediterráneo tenemos una situación comparable a principios de julio”, advierte la ministra para la Transición Ecológica, que vuelve a reunir este jueves al Comité de Anticipación y Seguimiento Hidrológico (CASH) para hacer balance de las medidas y restricciones a tomar.