Mitad hombre y mitad mujer. En Colombia se ha observado un ave extremadamente rara de la especie aún común de tangara esmeralda, afectada por ginandromorfismo bilateral, describe un artículo publicado en diciembre en la revista científica Journal of Field Ornithology. El individuo “presentaba el típico plumaje masculino en el lado derecho [azul, nota del editor] y el plumaje femenino en el lado izquierdo [verde, nota del editor]”, escriben los científicos.
El ginandromorfismo bilateral es un fenómeno conocido, que afecta a insectos, crustáceos e incluso aves, que se encuentran con un cuerpo mitad y mitad aparentemente perfectamente delimitado con células masculinas de un lado y células femeninas del otro. En las aves, escriben los investigadores, esto a menudo se debe a la doble fertilización del óvulo con dos espermatozoides diferentes.
Pero esta es sólo la segunda vez que se documenta un fenómeno de este tipo en una tangara esmeralda. Fotografiado, filmado y observado por los investigadores, el ave tenía un comportamiento que “en general correspondía” al de otros individuos de su especie. Sin embargo, “evitaba a los demás y los demás también lo evitaban a él”, señalan los científicos, que señalan que tendía a esperar hasta que sus compañeros se marchaban para alimentarse.
Dada la baja sociabilidad del individuo, “parece poco probable que tenga la oportunidad de reproducirse”, afirman los investigadores. En ausencia de disección, tampoco es posible saber si sus órganos internos también están diferenciados, en particular los órganos reproductivos, aunque la probabilidad de que así sea sea alta.
Las aves con ginandromorfismo bilateral ya disecadas en el pasado a menudo tenían un testículo en el lado masculino y un ovario en el lado femenino. A veces, sin embargo, tenían dos testículos pero además un pequeño ovario o, por el contrario, ponía huevos.