Si la ciudad de París se ha marcado el reto de hacer posible la natación en el Sena para los Juegos Olímpicos de 2024, aún estamos lejos de lograrlo. Entonces bebelo? ¡Parece inimaginable! Sin embargo, el agua de los grifos de los parisinos y los residentes de Ile-de-France proviene en parte del río. La otra parte proviene de las aguas subterráneas.
¿Cómo se puede beber agua tan contaminada? Con motivo del Día Mundial del Agua, este miércoles 22 de marzo, Le Figaro pudo visitar la planta de producción de agua de Sénéo, el segundo mayor productor y distribuidor de agua potable de Francia, que se encuentra en Mont Valérien en Suresnes.
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Para volverse potable, el agua debe pasar por un proceso que puede durar de tres a cuatro horas. El primer paso es eliminar la materia sólida presente en el agua bombeada en Suresnes. Esto se llama cribado.
El segundo paso consiste en agregar al agua un reactivo que permite que las partículas de caliza se aglomeren para formar “escamas” que se asentarán en el fondo de un reactor. Este proceso se llama descarbonización y permite que el agua se vuelva más blanda.
Paso Tres: Aclaración. La materia orgánica, las partículas minerales y los microorganismos se agregan y forman escamas que se asentarán en el fondo del tanque de sedimentación. El agua luego pasa a través de un lecho de arena. Este retiene el resto de los sólidos en suspensión. Está filtrando.
Quinto paso, se inyectará un gas llamado ozono que eliminará los virus y bacterias aún presentes en el agua. Luego, pasará por un lecho de carbón activado granular, que eliminará la materia orgánica y los microcontaminantes por absorción.
Séptimo y penúltimo paso: el agua es tratada con rayos UV, un proceso que aún tiene como objetivo eliminar virus y bacterias que son muy resistentes al agua. Finalmente, se agrega cloro antes de almacenar el agua para garantizar su calidad.
No, en primer lugar por los pasos de agua potable descritos anteriormente. Clarificación, decantación, ozonización… Si bien el proceso es generalmente el mismo en todos los servicios de agua, todavía existen algunos matices. Y estas diferencias pueden dar un sabor particular. Por lo tanto, el agua de París no tendrá el mismo sabor que el agua de Suresnes, por ejemplo.
El sabor también puede variar según los recursos utilizados, explica Florent Casy, director general de Sénéo. “El agua potable es agua local, agua equilibrada en minerales. Estamos apegados a un recurso natural que a su vez está apegado a la naturaleza geológica, mineralógica… Como hay narices para el vino, hay narices para el agua”. Por último, el sabor también puede diferir según la estacionalidad, añade el experto.
El pasado verano en Francia, más de un centenar de municipios se quedaron sin agua potable a causa de la sequía. La vigilancia del servicio público de agua se centra entonces en la disponibilidad del recurso. “Hay que imaginarse dos aspectos: la cantidad y la calidad, que están ambos ligados, porque cuanta menos agua tienes, más contaminantes tienes, ese es el principio de dilución”, explica Florent Casy. Para impulsar la comparación, toma el ejemplo de un azúcar en un vaso de agua: «Cuando tienes un cuadrado de azúcar en un vaso de agua, hueles el azúcar. Pones el mismo terrón de azúcar en la bañera, ahí ya no lo sientes”.
La cuestión de la disponibilidad del recurso también surge en función de la temporada. En verano, el agua se vuelve más escasa en épocas de sequía. “El agua se evapora, pero no la contaminación”, añade Florent Casy. Por el contrario, durante las estaciones húmedas de otoño e invierno, la lluvia puede hacer que un río se desborde. “Entonces el recurso puede ser de mala calidad y por lo tanto no podemos utilizarlo”, dice Florent Casy.
“La seguridad que tenemos hoy todavía nos permite producir agua en invierno del Sena ya que en la zona interconectada tenemos lagos embalses que son administrados por otra institución pública y que permiten amortiguar y amortiguar estos fenómenos de lluvias intensas”, desea tranquiliza a Florent Casy. Cuando el Sena está demasiado cargado de materia orgánica, Sénéo todavía puede pasar a comprar agua de fuentes subterráneas.
«El verano es un poco lo mismo: nos afectan mucho las aguas superficiales y no demasiado las aguas subterráneas. También podemos contar tanto con nuestros contratos con otros proveedores como con la buena ayuda mutua y la solidaridad con nuestros vecinos”. Asegurar implica entonces diversificar los recursos. “El día que falta un recurso hay que tener un plan B, un plan C, un plan D, etc.”, concluye el experto.