Vistos desde el cielo, toman la forma de grandes discos situados en un suelo desprovisto de vegetación. Según los expertos, miden entre 2 y 50 metros de diámetro y generalmente están bordeadas por altas matas de hierba. Los círculos de hadas desconciertan e interrogan a los científicos. ¿Cómo explicar la formación de estos fenómenos naturales, que tienen un aspecto perfectamente redondo y regular, y que se extienden en serie, a lo largo de kilómetros de tierra en medio de praderas y desiertos?

Si hay varias hipótesis pero aún pocas respuestas, un nuevo estudio publicado el lunes 25 de septiembre en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences podría ayudar a avanzar en la investigación. Si bien hasta ahora los círculos de hadas solo se habían identificado en Namibia y Australia, una investigación realizada con inteligencia artificial (IA) revela que se podían observar en 15 países diferentes, en tres continentes. En realidad, los círculos cubrirían cientos de sitios en todo el mundo.

Para esta investigación, los investigadores analizaron imágenes satelitales de alta resolución de tierras áridas o ecosistemas áridos con poca precipitación de todo el mundo utilizando una red neuronal artificial, un tipo de IA que procesa información como un cerebro. “Esta es la primera vez que el uso de modelos basados ​​en inteligencia artificial en imágenes satelitales se realiza a gran escala para detectar círculos de hadas”, dijo a CNN el autor principal del estudio, Dr. Emilio Guirado, científico de datos del Instituto Multidisciplinario de Estudios Ambientales en la Universidad de Alicante en España.

Los autores del estudio primero entrenaron una red neuronal artificial para reconocer círculos de hadas grabando más de 15.000 imágenes de satélite tomadas sobre Namibia y Australia. Luego alimentaron a su IA con un conjunto de datos de vistas satelitales de casi 575.000 parcelas de tierra en todo el mundo, cada una de las cuales mide alrededor de una hectárea. La red escaneó la vegetación en estas imágenes e identificó patrones circulares repetidos que se parecían a patrones de círculos de hadas conocidos, evaluando su tamaño y forma, así como su ubicación, densidad y regularidad de los patrones.

Lo que siguió fue un importante trabajo de clasificación realizado por los científicos: “tuvimos que deshacernos manualmente de ciertas estructuras artificiales y naturales que no eran círculos de hadas según la fotointerpretación y el contexto de la región”, explica el científico Emilio Guirado a CNN .

Específicamente, los resultados del estudio apuntan a 263 ubicaciones de tierras secas en África (Sahel, Sahara Occidental y Cuerno de África), así como Madagascar, el Sudeste Asiático y Australia Central y el suroeste.

Lluvias de meteoritos, radiactividad, suelos tóxicos, aumento de gases… Los científicos han barajado muchas hipótesis para explicar esta curiosidad natural, sin éxito. Hasta la fecha, la hipótesis más probable, señalada por un estudio publicado en la revista Science en 2021, sería la actividad de las termitas de arena, presentes casi sistemáticamente bajo la tierra de estos círculos. Una hipótesis en la misma línea que este nuevo estudio español, que señala que “la presencia de elementos biológicos específicos (nidos de termitas) en determinadas regiones influye en la presencia de estos patrones”.

Los investigadores están intentando proporcionar más detalles sobre la formación de estos misteriosos círculos. Así, el estudio enumera varios factores ambientales que, de un lugar a otro, podrían haber provocado su nacimiento. “Los patrones de vegetación de los círculos de hadas se encuentran en ambientes caracterizados por una combinación única de condiciones edafológicas (ciencia del suelo, nota del editor) y climáticas”, especifican los científicos. Según ellos, los suelos analizados tienen un alto contenido de arena pero pocos nutrientes, lo que explica por qué no crecen plantas. Además, estos círculos se observan en zonas donde el clima es árido con altas temperaturas acompañadas de largas temporadas de precipitaciones.