Una situación mejor que la del año pasado por las mismas fechas, pero que sigue siendo muy preocupante en algunos lugares: la Oficina de Investigaciones Geológicas y Mineras (BRGM) hace un balance contrastante del estado de las aguas subterráneas en Francia. En su informe mensual de situación, señala que en agosto “el drenaje continúa en todos los mantos freáticos y los niveles en general están disminuyendo (73%)”. Dos tercios de los niveles de agua subterránea están por debajo de lo normal mensual, en comparación con el 72% del mes anterior.

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A diferencia de 2022, donde la primavera y el verano fueron particularmente secos, “este año se benefició del apoyo de las lluvias primaverales y estivales”, explicó Violaine Bault, hidrogeóloga del BRGM, durante una rueda de prensa el jueves. Por tanto, a algunos territorios les está yendo bien: es generalmente el caso del tercio norte de Francia (en particular, Bretaña), donde estas lluvias de verano permitieron limitar las muestras… aunque en general fueron “insuficientes para contribuir a invertir la tendencia a la baja”.

En los dos tercios del sur del país, “la situación se mantiene estable o empeora ligeramente entre julio y agosto”, señala el BRGM. Los niveles se mantienen por debajo de las normas estacionales, particularmente alrededor del Mediterráneo, donde son bajos o muy bajos, sufriendo tanto por el clima seco como por la intensidad de las retiradas para la vegetación y el turismo. Pero es sin duda en el corredor Ródano-Saona donde la situación sigue siendo más preocupante, “con niveles freáticos que han alcanzado mínimos históricos en algunos sectores”, afirmó Violaine Bault. Esto se explica por varios inviernos con déficit de lluvias: estos acuíferos no se recargan adecuadamente y a medida que son explotados para nuestros usos, siguen disminuyendo lentamente.

Esta tendencia a la baja debería continuar “hasta el período de estiaje (cuando las aguas son más bajas), que suele observarse entre mediados de octubre y noviembre”, según el BRGM. En una entrevista al diario Libération, el ministro de Transición, Christophe Béchu, indica por su parte que 189 municipios están actualmente privados de agua potable, frente a 700 el año pasado. “Muchos se encuentran en la cuenca mediterránea, en el corredor del Ródano, pero también tenemos algunos casos en Bretaña. En total, 40.000 personas se ven privadas de agua potable”, explica el ministro, recordando que la crisis del agua “aún no ha quedado atrás”. “Los mantos freáticos recién se recargarán a partir de octubre. Estas próximas semanas serán decisivas, cada acción cuenta, en todos los sectores”, continúa, mientras Météo France predice un otoño más cálido de lo normal en todo el país.

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En cuanto a 2024, “seguiremos teniendo déficit de capas inerciales, advierte el hidrogeólogo del BRGM, a menos que llueva mucho durante el período de recarga invernal, porque tardan en recargarse”. De hecho, el agua puede tardar tres meses en llegar a estos acuíferos muy profundos, situados principalmente en el norte de Francia, en la cuenca de París y al este del corredor Ródano-Saona. En cuanto a los niveles de los mantos freáticos reactivos, que se están llenando más rápidamente, todo dependerá de las lluvias que caigan este invierno.