La justicia europea apoya a Bruselas en su política pesquera. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) validó el jueves 11 de enero cuatro cuotas de pesca fijadas por la UE para 2020 a pesar de que los dictámenes científicos recomiendan detener las capturas.

Estas cuotas adoptadas por los Estados miembros para el merlán, el bacalao y la solla en el Atlántico nororiental, que cubrían las capturas incidentales, no contravenían los principios de sostenibilidad de la Política Pesquera Común, consideró el Tribunal de Justicia de la UE en contra del dictamen. del abogado general de la institución. Todavía están en curso ante el TJUE dos procedimientos separados iniciados por la ONG ClientEarth, cuyo objetivo son las cuotas fijadas para 2022 más allá de los dictámenes científicos, cuyas audiencias están previstas para 2024.

La Política Pesquera Común adoptada en 2013 disponía que las tasas de captura adoptadas cada año por los Veintisiete respetaran “a más tardar en 2020” el “rendimiento máximo sostenible”, es decir un nivel que no ponga en peligro el equilibrio de un pez determinado. población. Para las cuatro poblaciones en disputa, el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM), organismo científico de referencia, había recomendado tasas de captura cero, pero los Estados habían ignorado la posibilidad de tener en cuenta las «capturas incidentales» (capturas que terminan accidentalmente en el redes).

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Al considerar estas cuotas “ilegales”, las ONG Amigos del Medio Ambiente Irlandés y ClientEarth emprendieron acciones legales ante los tribunales irlandeses, que recurrieron al TJUE. Estas cuotas «fueron fijadas, sobre la base de los mejores dictámenes científicos disponibles, a un nivel que no es manifiestamente inadecuado para conciliar el objetivo de mantener las pesquerías mixtas en actividad y el de restablecer el buen estado biológico de las poblaciones», dictaminó el Tribunal. , refiriéndose a todas las evaluaciones del CIEM.

“Estaban acompañadas de medidas correctivas para limitar las capturas incidentales”, añade. La institución luxemburguesa consideró que los Estados deben tener flexibilidad, ya que estas capturas accidentales son difíciles de evitar. En junio de 2023, la abogada general Tamara Capeta recomendó “invalidar” las cuatro cuotas en disputa, en nombre del carácter vinculante del plazo de 2020, que da prioridad al mantenimiento de las poblaciones de peces sobre los “intereses económicos a corto plazo”.

La sentencia final «recuerda explícitamente que el plazo de 2020» para la obligación de poner fin a la sobrepesca «debe ser respetado», pero «es decepcionante que el Tribunal no haya confirmado que esta obligación también se aplica a las poblaciones de peces incidentales», observó Arthur Meeus, abogado de ClienteTierra. Según él, esto no prejuzga sin embargo el resultado de los dos procedimientos en curso relativos a los límites de pesca para 2022, que «afectan a un mayor número de poblaciones» y «ponen el énfasis en todo el ecosistema».