La presidenta del Alto Consejo para la Igualdad (HCE), Sylvie Pierre-Brossolette, está acusada de haber realizado comentarios sexistas y racistas en contradicción con los valores defendidos por el órgano consultivo, según una carta interna revelada por Mediapart y consultada por el ‘ AFP el lunes. Contactada por la AFP, la presidenta de este organismo adscrito a Matignon «rebate formalmente» las acusaciones formuladas contra ella, denuncia un «deseo de desestabilizar» el organismo y su línea «abolicionista y universalista», y hace saber que está considerando la posibilidad de presentar una queja.
En una carta de seis páginas fechada el 2 de enero de 2024, los empleados de la secretaría general del HCE dicen haber “presenciado con frecuencia comentarios rayanos en la legalidad hechos por el presidente y los copresidentes”. “La presidenta no toma precauciones para no ofender a sus interlocutores en el equipo pero también en público”, se lee. “Además, pronunciadas en presencia de figuras externas, empañan la credibilidad y la imagen de nuestra organización y de las personas que la representan”.
El equipo directivo está acusado en particular de haber realizado “comentarios violentos en tono de humor, contribuyendo a trivializar y difundir la cultura de la violación y a hacer sentir culpables a las víctimas”, “comentarios estigmatizantes para las personas LGBTQIA reiterados a pesar de las advertencias sobre el tema”, o incluso “racistas y Comentarios islamófobos”. De manera más general, la carta interna advierte sobre «un cierto número de disfunciones internas que han llevado progresivamente a la creación de un entorno de trabajo nocivo y a la aparición de un malestar colectivo». Señala ocho bajas laborales en 18 meses y varias salidas anticipadas “directamente relacionadas con la situación descrita”.
«Hemos estado atentos y escuchados a los empleados» y «estamos deseosos de encontrar soluciones que puedan satisfacerlos y nos permitan trabajar al servicio de los derechos de las mujeres», reacciona Sylvie Pierre-Brossolette, en declaraciones a la AFP. Estas acusaciones forman parte de “un deseo de desestabilizar el HCE, nuestra línea universalista y abolicionista, y los ámbitos de trabajo que nos corresponden, la lucha contra la explotación de las mujeres, las violencias y desigualdades de las que son víctimas, los efectos nocivos de patriarcado”, añade.
Creado en 2013 durante el mandato de François Hollande, el HCE se encarga en particular de elaborar cada año un informe sobre la situación del sexismo en Francia y de evaluar las políticas públicas en materia de igualdad entre mujeres y hombres.