El ex primer ministro británico Tony Blair ha negado firmemente haber mantenido conversaciones en Israel sobre el traslado de palestinos de Gaza, como afirma la televisión israelí. Según el canal 12 del medio israelí, Tony Blair, que dejó el cargo en 2007 y posteriormente fue enviado a Oriente Medio responsable de establecer las instituciones palestinas, estuvo en Israel la semana pasada. Según los informes, mantuvo reuniones con el primer ministro Benjamín Netanyahu y el miembro del gabinete de guerra Benny Gantz sobre un papel de mediación después de la guerra con Hamás, dijo el Canal 12.
Según este canal, también podría desempeñar el papel de intermediario con los Estados árabes moderados para un “reasentamiento voluntario” de los habitantes de Gaza. Pero la fundación de Tony Blair, el Instituto Tony Blair para el Cambio Global, calificó las afirmaciones de «mentira». Fueron publicados “sin ningún contacto con Tony Blair o su equipo”. «No tuvo lugar ninguna discusión de este tipo», respondió la organización en un comunicado el lunes por la noche. “Tony Blair no habría mantenido ese debate porque la idea es errónea en principio. Los habitantes de Gaza deben poder quedarse y vivir en Gaza”.
El domingo, el Ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, pidió el regreso de los colonos judíos a la Franja de Gaza después de la guerra. Bezalel Smotrich, jefe del partido “Sionismo Religioso”, dijo que Israel debería “alentar” a los aproximadamente 2,4 millones de palestinos en Gaza a abandonar el territorio hacia otros países. «Ayudaremos a rehabilitar a estos refugiados en otros países de manera adecuada y humana, con la cooperación de la comunidad internacional y los países árabes que nos rodean», añadió.
Hamás, en el poder en la Franja de Gaza, condenó enérgicamente estos comentarios. «Es un crimen de guerra que se suma a la actual agresión criminal que no tiene igual en la historia moderna», afirmó el movimiento islamista. Las operaciones militares israelíes en la Franja de Gaza han dejado más de 22.000 muertos, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, según el último informe publicado por Hamás. Fueron lanzados en represalia por un ataque de escala sin precedentes llevado a cabo por comandos del movimiento islamista que se saldó con la muerte de unas 1.140 personas en Israel, la mayoría civiles, según los últimos datos oficiales israelíes.