Los soldados israelíes estaban en el mismo edificio que tres rehenes asesinados a tiros por error en Gaza y escucharon sus gritos de ayuda en hebreo cinco días antes del incidente, según las conclusiones de una investigación del ejército publicada el jueves.
El 10 de diciembre, al irrumpir en un edificio, los soldados escucharon estos gritos: “¡rehenes” y “¡ayuda!”. Gritó en hebreo. Pero creían que se trataba de una estratagema de los combatientes de Hamás para tenderles una trampa en este edificio situado en Choujaiya, al este de la ciudad de Gaza.
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Pensando que el edificio estaba atrapado por explosivos, los soldados salieron. Cinco combatientes de Hamás que custodiaban a los rehenes murieron luego por el fuego de un helicóptero israelí mientras intentaban escapar del edificio, reveló la investigación. Según las investigaciones, los rehenes «probablemente» huyeron del edificio.
Cinco días después, soldados israelíes les dispararon, tras “identificarlos como amenazas”. Dos murieron instantáneamente. El tercero se dio a la fuga y, según la investigación, los soldados recibieron entonces la orden de no disparar para identificarlo.
El comandante del batallón, al escuchar gritos en hebreo: “¡Ayuda!” y “¡me están disparando!”, pidió al rehén superviviente que avanzara hacia ellos, ordenando a sus tropas que no dispararan. Pero dos soldados, “que no escucharon la orden debido al ruido de un tanque cercano”, lo mataron a tiros. Los tres rehenes estaban sin camisa y blandían una bandera blanca.
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La víspera del incidente, el 14 de diciembre, un dron del ejército había identificado inscripciones en un edificio a 200 metros del lugar donde fueron asesinados los tres rehenes: «SOS» y «ayuda, tres rehenes».
«El ejército fracasó en su misión de rescatar a los rehenes», dijo en un comunicado el jefe del Estado Mayor del ejército israelí, general Herzi Halevi. El tiroteo contra los tres rehenes «podría haberse evitado», añadió. El jefe de Gobierno, Benjamín Netanyahu, lamentó “una tragedia insoportable”, sumiendo “en luto a todo el Estado de Israel”.
Las víctimas son Yotam Haïm, un baterista de heavy metal de 28 años, y Samer al-Talalqa, un beduino de 25 años, ambos secuestrados en el kibutz Nir Am durante el mortífero ataque de Hamás en el sur de Israel el 7 de octubre. El tercer rehén asesinado fue Alon Lulu Shamriz, de 26 años, residente del kibutz Kfar Aza. Unas 250 personas fueron tomadas como rehenes durante el ataque de Hamás. Hasta la fecha, 129 siguen detenidos en Gaza, según las autoridades israelíes.
