La curiosidad del último encuentro del Boxing Day residió en la identidad del campeón de otoño. Líder en Navidad, como el año pasado, el Arsenal tuvo la oportunidad de acabar como campeón de otoño ganando al West Ham. Omitido. Atrapado en casa por su vecino londinense (0-2). Llegando con un plan evidentemente perfecto, el solidísimo equipo de David Moyes, con la confianza renovada desde hacía varios meses, decidió lo contrario.

Llovidos por un primer gol al borde de Soucek (13º), los locales se recuperaron a su regreso del vestuario, con un golpe de casco de un veterano de la casa (Mavropanos, 55º). Salvados de la humillación por su portero, el tan discutido Raya, que detuvo el penalti de Benrahma para el honor (90º 5º), los Gunners, sin embargo, se esforzaron. Pero habrán pecado, por mala suerte (el poste de Saka), por prisa (demasiadas veces), pero sobre todo ante el acierto de Areola en los goles visitantes. Impecable frente a Saka en el primer tiempo (30º), el número 3 francés repelió todos los ataques locales al final del partido, tranquilizando a un equipo ya muy sólido. A su llegada, los Hammers volvieron al top 6 y se reposicionaron seriamente en la carrera por Europa.

Una carrera en la que el Tottenham perdió terreno. Aunque triunfaron en diciembre, los Spurs volvieron a cometer sus errores en Brighton (4-2), este jueves. Mitigada por dos goles tardíos de Véliz (82º) ​​y Davies (86º), esta goleada impide a Son y compañía volver a un top 4 abandonado en noviembre tras un comienzo de temporada idílico. Pero este era el Tottenham de noviembre, el que era tan fácilmente superado en defensa y tan impreciso en ataque. O desafortunado, como Richarlison, el hombre en buena forma en los últimos partidos, que pegó en el poste antes de que le rechazaran dos goles por fuera de juego (46.º, 62.º).

Por el contrario, Brighton se habrá beneficiado a un gran coste. Primero por el joven Hinshelwood (12º), brillantemente servido por el insostenible Joao Pedro, autor de un doblete de penalti (23º, 76º), su ejercicio favorito. Potenciado por el misil de Estupinan (63º), el gran éxito de las Gaviotas permite al equipo de De Zerbi, aunque sufriendo desde hace dos meses, subir al 8º lugar, con seis unidades de los Spurs aún impredecibles.