Un hombre perteneciente a una comunidad agrícola alternativa será juzgado en marzo de 2024 por “daño intencionado a la vida de un animal” tras la muerte de siete perros de caza asesinados en las tierras de esta comunidad de Ardèche, anunció el viernes 22 de diciembre Parquet Privas.
Único implicado en la muerte de estos animales, que provocó reacciones violentas en particular en los círculos cazadores, este miembro de la comunidad Longo Maï fue citado ante el tribunal penal de Privas al término de su detención policial, explicó la fiscalía a la AFP, precisando información del diario regional Le Dauphiné Libéré.
El 16 de diciembre, los siete perros de caza entraron en los terrenos de Longo Maï (“Que dure para siempre” en provenzal), una de las comunidades de la cooperativa agrícola de autogestión y presente en Francia y en el resto de Europa. Está instalado desde los años 70 en Chanéac, un pueblo de 250 habitantes situado al norte del parque regional de los Montes de Ardèche.
Los acusados »actuaron en un estricto estado de necesidad y fueron las circunstancias las que exigieron el sacrificio de estos perros», aseguró Vincent Brengarth, abogado de Longo Maï. «No hubo ningún tipo de premeditación», afirmó a la AFP. Atacados violentamente en las redes sociales, miembros de la comunidad rápidamente aseguraron que lamentaban “infinitamente la pérdida de estos perros”. En su nota de prensa explicaban que los perros de caza habían entrado en sus terrenos y atacaron su granja porcina, hiriendo a varios animales hasta el punto de que, según ellos, «no quedó otra opción que disparar» para detenerlos.
Las denuncias fueron presentadas por dos cazadores propietarios de los perros, apoyados por la Federación de Caza del departamento. “En cuanto al ataque a la vida de los perros, la investigación está completa”, dijo la fiscalía. La difusión en las redes sociales y en los medios de comunicación de fotografías que muestran los cadáveres de los siete perros tendidos uno al lado del otro en el suelo o amontonados en una caja de madera, ensangrentados, dio una resonancia significativa a este asunto. Ante el “torrente de amenazas y actos de intimidación” en redes sociales y vía telefónica, los socios de la cooperativa agrícola presentaron una denuncia, indicó también Me Brengarth.