Estados Unidos denunció el miércoles una ley húngara sobre la “protección de la soberanía nacional”, calificándola de “incompatible con el Estado de derecho”.
El Parlamento húngaro adoptó la semana pasada una serie de medidas que establecen una autoridad supervisora responsable de impedir la “interferencia extranjera” en el proceso electoral, con penas de prisión en juego. Destinado a “proteger la soberanía” del país centroeuropeo, este paquete legislativo es visto por los críticos del primer ministro nacionalista Viktor Orban como una nueva ofensiva para amordazar a las contrapotencias.
“Estados Unidos está preocupado por la decisión del gobierno húngaro hoy de promulgar una nueva ley que proporciona al gobierno húngaro herramientas draconianas que pueden usarse para intimidar y castigar a individuos cuyas opiniones no son compartidas por el partido en el poder”, dice Fidesz. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, citado en un comunicado de prensa. “Esta nueva ley es incompatible con nuestros valores comunes de democracia, libertad individual y Estado de derecho”, añade.
Varias ONG de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, denunciaron el deseo del gobierno húngaro de “silenciar las voces críticas” mediante la adopción de esta ley.