Después de una serie de cuatro derrotas en cinco partidos, el Rennes volvió a creer en la clasificación europea al derrotar al Metz (3-2) en el último minuto el sábado durante la 32ª jornada de la Ligue 1. A dos días del final del campeonato, el Rennes (45 puntos) está a cuatro puntos del Lens (sexto), primer equipo europeo, al que se enfrentará la próxima jornada.

Metz (29 puntos), todavía en la decimosexta plaza, sinónimo de play-off, está tres puntos por delante de Lorient (17.º) y cuatro de Clermont (18.º), pero a tres de Nantes (15.º) y Le Havre (14.º), primeros. no-relegado. Bajo una lluvia torrencial en el Stade Saint-Symphorien, el Rennes continuó su dolorosa búsqueda de Europa al final de un partido muy tenso, salpicado de varias decisiones arbitrales polémicas.

Sin embargo, todo empezó mal para los bretones, que, por dos errores de juicio, hicieron tantos regalos a Messins en el primer tiempo. Primero fue el experimentado Steve Mandanda (39 años) quien salió en el momento equivocado frente a Georges Mikautadze antes de cambiar de opinión y luego ver el daño: el georgiano acababa de engañarlo con un buen disparo, anotando su séptimo gol en cinco partidos (17º). Luego, el defensa central Arthur Théate cometió un error similar, calculando mal la trayectoria del balón que Mikautadze recuperó antes de servir idealmente a Papa Diallo para el segundo gol del Metz (45º).

Mientras tanto, Amine Gouiri había empatado, ayudado por la desafortunada desviación de Christophe Hérelle (23º). Los jugadores de Julien Stéphan habrían tenido incluso una desventaja de dos goles sin una parada crucial de Théate en su línea para evitar un disparo de Diallo (69º).

Este fue sin duda el punto de inflexión del partido. En el proceso, el juego se volvió tenso debido a decisiones arbitrales cuestionables. Ruddy Buquet primero concedió un penalti a los bretones por una falta leve de Ismaël Traoré sobre Arnaud Kalimuendo. Benjamin Bourigeaud lo transformó con gran maestría (71º). Pero el árbitro no se inmutó cuando Messin Fali Candé bloqueó con el brazo un tiro libre de Bourigeaud en su propia área (80º).

Los bretones finalmente no lo necesitaron y dieron el golpe final a través de Arnaud Kalimuendo tras un contraataque. Escenario cruel para Metz, que entregó un marcador lleno de coraje y voluntad, antes de ser finalmente castigado. La cuenta incluso aumentó cuando Mikautadze, con diferencia el mejor jugador de Lorraine, fue expulsado por empujar a Kalimuendo (90º 5). Esta dura decisión corre el riesgo de tener graves consecuencias para Metz, que tendrá que luchar para quedarse sin el “Rey Jorge”.